En La Guajira continúa el drama de colombianos deportados

Las historias de los colombianos deportados o que por miedo salen de Venezuela con sus familias parecen no tener fin. Los rostros nostálgicos y llenos de dolor al dejar sus casas, sus vecinos, sus amigos, sus deseos de luchar por un mejor porvenir son evidentes. 

Los connacionales que arriban por La Guajira saben que llegaron para no volver dejando atrás todo lo que construyeron por años.

Algunos llegan por sus propios medios a través de la frontera, otros por las 120 trochas que hay en los 200 kilómetros que tiene la frontera colombo-venezolana en La Guajira colombiana. Uno de ellos es Jorge Cubillos, un deportado que narró cómo la Guardia Nacional Bolivariana lo agredió.

El miedo de que en cualquier momento caigan en manos de los uniformados los obliga a salir a buscar un futuro incierto.

"Yo me vine por la trocha porque pensé que me iban a quitar los muchachos, tengo tres venezolanos y uno colombiano", dijo Jenny Londoño, colombiana deportada.

Cada familia llega con una historia diferente de destierro, pero con un mismo dolor, el de salir de la que pensaban era la tierra prometida para sus sueños que ya no existen.