Agridulce empate de la Selección Colombia frente a Bolivia

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En la gran exhibición de potencia, de capacidad técnica, de determinación y de poder en la definición de Roger Martínez, depositó Colombia su esperanza de triunfo frente a Bolivia. 

Como actúa en América de México posee una buena oxigenación en su sangre y no le afecta la altura de La Paz, por ello se le vio muy preciso en los pases. 

En el primer tiempo la velocidad del balón generó imprecisiones entre los integrantes del combinado nacional. 

Luis Diaz lo experimentó en sus transiciones, aceleraba pero no armonizó su relación con el esférico, ni tomó acertadas decisiones al compartirlo. Otro que sufrió la falta de control del útil fue el defensor Davinson Sánchez quien estuvo cerca de incurrir en un autogol al regresarle el balón a su arquero David Ospina. 

Tras la anotación de Martínez, por puro instinto de conservación la Selección Colombia concedió la iniciativa y el terreno a su rival, que desembocó en el golazo de media distancia de Saucedo. Ospina, lleno de reflejos en varios desafíos, se le exonera de responsabilidad por el potente remate del medio campista del altiplano. 

Si bien Colombia se ilusionó con la victoria, un empate en la altura de La Paz tiene méritos. Colombia mostró orden, aplicación táctica, buen funcionamiento colectivo por pasajes, contenidos que serán de mucho valor para afrontar los próximos compromisos frente a Paraguay y Chile.