En las entrañas del monstruo

Por Gustavo Nieto – Subdirector Noticias RCN

El contenido de los videos de la campaña de Gustavo Petro en los que él y varios de sus hombres más cercanos planean las estrategias para demoler a sus contradictores es por decirlo menos, escalofriante.

Da pesar conocer la lógica perversa que rige la actuación de quienes pretenden dirigir el país.

"En el tema de mujeres hay que poner una vaina así, como, ¿usted confiaría en alguien como Fico? y poner la cara, así como de depravado", esta fue una de las "brillantes" sugerencias del asesor de comunicaciones de la campaña Sebastián Guanumen. Algo de decencia no le caería mal al renombrado estratega que en redes posa de académico.

Y su lista de “ideas geniales” sigue, "Como que la gente salga a la calle y la roben, piensen: hijueputa fue culpa Fico", agrega impasible. De verdad no deja de sorprender este señor.

Pero los videos también revelan el talante del Senador Roy Barreras, uno de los principales asesores de Petro, en las grabaciones reconoce que en la campaña sí sabían de la visita de miembros del Pacto Histórico a las cárceles para hablar con extraditables, hecho que en su momento negaron vehementemente; en otro video, sin sonrojarse, describe de manera ofensiva como acabarán moral y políticamente a Gaviria y a Fajardo.

Y podríamos seguir interminablemente con la lista de adjetivos, teorías de conspiración, planes de desprestigio, falsedades e insultos que inundan las horas de grabación conocidas por la Revista Semana.

No deja de indignar cuando se ve el verdadero rostro de lo que siempre ha llamado Petro “la política del amor".

Se presentan como el cambio, como los representantes del hastío por el "establecimiento", pero no solo son más de lo mismo, son peor que los que tanto critican, por sus métodos, su lenguaje, su cinismo, queda claro que los famosos "gamonales" o "caciques" de otras épocas son unos principiantes al lado de estos "nuevos" gurúes del marketing político.

Las mentiras, la guerra sucia, las contradicciones y hasta las amenazas les robaron el protagonismo a las propuestas y el debate.

Sorprende cómo otros, incluidos periodistas, normalizan este tipo de episodios y hasta se extrañan de que se arme tanto alboroto, muchos de ellos son los que antes pregonaban el famoso "No todo vale". Hoy parece que sufren de una muy conveniente amnesia.

Pero esa actitud no es solo de la dirigencia de la campaña también de sus militantes, por ejemplo, el candidato del Pacto convoca a un gran acuerdo nacional por la vida, pero muchos de sus seguidores descargan toda su agresividad contra quien osa decir que va a votar en su contra. Francamente da miedo. En las redes muchos mienten sin pudor, se burlan del dolor ajeno, descalifican al oponente con bajeza, hasta justifican la violencia y otros fanáticos anuncian censuras, persecuciones y caos. Es escalofriante.

Como una plaga, estos mensajes se propagan rápidamente en las historias de Instagram, los hashtags de Twitter o el muro de Facebook, una ola incontenible que nos ensucia el alma y nos llena de temor.

El anuncio de varios colectivos de salir a las calles si no gana su candidato es solo una muestra del irrespeto por las instituciones, el radicalismo de las posiciones y también lo contradictorias, la democracia sirve solo si gano yo.

Y lo peor, ninguna cabeza visible toma la bandera de la cordura para contener la ira. Por lo visto en esos videos, más bien la alimentan.

Al final sería suficiente con que fuéramos capaces de reconciliarnos, la democracia tiene su principal virtud en el respeto de la mayoría por la minoría y allí radica la grandeza de quien sea presidente, pero parece que no será tan sencillo, mientras nuestra dirigencia siga dando espectáculos como el de los llamados "petrovideos", así, solo nos dividirán peor.

La verdad más allá de trenes elevados, reformas tributarias, transición energética, nuevas jornadas laborales, subsidios, la talla del próximo presidente se medirá por su capacidad de unirnos como Nación. Ese sería su gran logro, llámese como se llame, Rodolfo o Gustavo, ya tiene esa factura por pagar y la gran mayoría del país está ansiosa porque esa deuda se salde.