Sube Milei ¿sube la derecha?

Algunos sectores de derecha en Latinoamérica celebraron este 10 de diciembre la posesión de Javier Milei como presidente de la República de la Argentina. Comenzando por el análisis más repetido, que hoy en día roza con la obviedad, la llegada de Milei representa ese voto castigo al kirchnerismo, castigo que tiene toda una coyuntura decadente en política, economía y bienestar social para la ciudadanía argentina. Adicionalmente, son elecciones que se unen al fenómeno electoral pospandemia, donde la participación democrática de la ciudadanía está en busca de figuras alejadas del stablisment para gobernar sus países o ciudades. 

Un sentimiento electoral pospandemia donde las personas transmiten un mensaje tan abstracto como contundente “queremos que cambie algo, pero que cambie ya”. Ante esta coyuntura, los votantes están en busca de esas candidaturas que al gobernar puedan demostrar inmediatez en los cambios y transformaciones rápidas. ¿Cómo puede salir esto? Se necesitarán más años para analizar el resultado de estos sucesos electorales pospandémicos. 

Por lo pronto, se entiende el contexto en el que llega Milei a ser Presidente de Argentina, pero ¿qué sigue para la Argentina de ‘La Libertad Avanza’ y la derecha latinoamericana que está apalancando sus causas en personajes como Javier Milei y Nayib Bukele?

Para responder estas preguntas hay que hacer algunos cuestionamientos previos, por ejemplo, ¿La contundencia que caracterizó su campaña lo acompañará a gobernar? ¿Cómo están los liderazgos políticos en la región? ¿Será Milei el referente regional? 

Sin duda alguna, la campaña de Javier Milei fue de las campañas más disruptivas de la última década en la región, desde su fenómeno mediático con videos de sus declaraciones fuertes hablando del oficialismo argentino, que él denominó como la “casta política”, hasta su puesta en escena en eventos públicos con su chaqueta de cuero y haberse apersonado de la figura del león durante toda su campaña. 

Desde ese primer discurso mediático en la Plaza Holanda con su frase de “yo no vine a guiar corderos, yo vine a despertar leones” hasta el último debate cuando mencionó que “existe una Argentina mejor, pero esa Argentina solo es posible si es liberal”. Esa contundencia que lo caracterizó de principio a fin en campaña se pondrá a prueba con su capacidad de gobernar, y cabe recordar que un buen candidato no necesariamente es un buen gobernante. Y su capacidad de gobernar estará enfrentada a tener que trabajar con quienes él mismo denominó en campaña como casta política, sin embargo, su acercamiento al sector del macrismo puede ser de ayuda para tener un buen timing político en las reformas y cambios que busca implementar. 

Para responder si Milei será el referente regional, primero se deben analizar los liderazgos políticos en Latinoamérica. En Chile, Gabriel Boric llegó al Palacio de la Moneda después del estallido social más fuete en la historia reciente de América latina. No obstante, su gobierno no ha tenido la trascendencia que prometieron, ha tenido más penas que glorias. En Colombia, Gustavo Petro, quien se autodenomina el primer presidente de izquierda, ha presentado reformas sociales en medio de escándalos políticos y familiares. Actualmente, Boric y Petro tienen índices de desfavorabilidad cercanos al 70% y su liderazgo cada día se desvanece. 

Por otro lado, está Brasil con la llegada (nuevamente) de Lula Da Silva. Brasil se ha caracterizado por ser la potencia económica de la región. ¿Lula logrará tener una mayor trascendencia económica esta vez? O ¿Su llegada no es otra muestra de la falta de nuevos liderazgos políticos en la región? Finalmente, tenemos a Nayib Bukele, quien se ha caracterizado por su gestión y favorabilidad en un país tan pequeño como El Salvador. En un país con un poco más de 6 millones de habitantes ha buscado proyectar su imagen a nivel internacional como referente de la región, ¿lo logrará o seguirá siendo un ‘rockstar político’? 

Ante esta prominente crisis de liderazgos, ¿Javier Milei será el referente regional? ‘El peluca’ Milei representa el primer gobierno abiertamente Liberal libertario de Argentina y de él dependerá la continuidad y fortalecimiento de este movimiento ideológico a nivel nacional e internacional. Hoy en día Milei es tema de conversación diario en América Latina, pero a nivel interno tiene un reto tan grande que no debería pensar en protagonismos fuera de su país. 

Populistas del calibre de Milei (independiente de su posición ideológica) deben entender que cuando quedan elegidos, la campaña ya terminó y es hora de gobernar. Al respecto, Milei en su discurso de posesión presidencial frente a miles de argentinos afuera del Congreso, ya cambió el chip de candidato por el de gobernante. Su intervención no se enfocó por decir que Argentina será un mejor país, por el contrario, fue enfático en que los cambios que va a implementar serán problemáticos y causarán una estanflación en el corto plazo. Sin embargo, contrastó este golpe de realidad con el diagnóstico preocupante de la Argentina actual, una comparación que resalta un razonamiento de una ciudadanía harta y frustrada que piensa: ¿Qué puede ser peor?

Finalmente, sube Milei ¿sube la derecha? En política, los cálculos no siempre son proporcionales y en el caso de Colombia, esa misma derecha que festejó el triunfo de Javier Milei deberá fortalecerse porque sus respaldos y posturas serán juzgadas en gran medida por la gestión de este nuevo libertario en el poder. La derecha latinoamericana tiene un amplio camino por recorrer y las elecciones del próximo año en México serán otro termómetro político para evidenciar si la ciudadanía, en este caso mexicana, quiere dar un giro a la derecha para seguir fortaleciendo su balanza o si la izquierda logra mantener el poder.

Director de Gobierna Consultoría Estratégica