La crisis de los 20 años: La presión de definir tu futuro demasiado rápido
¡La famosa crisis de los 20 si existe! Los 20 años no son como los imaginamos, el gran choque de realidad nos sacude tanto que nos hace sentir perdidos.
09:30 a. m.
He escuchado mucho sobre la crisis de los 30 e incluso de los 40 pero nadie me había hablado de la crisis que llega al poco tiempo de cumplir los 20 años.
Para algunos podrá parecer gracioso hablar de una crisis a los 20 años de edad porque se piensa que a esta edad no existen problemas "reales". Quienes son mayores han enfrentado, según ellos, situaciones "mucho más difíciles" que ni alcanzamos a imaginar.
Aunque es cierto que entre más crecemos, vamos lidiando con experiencias y situaciones más complejas, cada edad y etapa de la vida tiene su propio nivel de estrés, ansiedad, preocupaciones y prioridades.
Invalidar o desmeritar los problemas que tenemos a los 15 años, a los 20, 25, 30 y así sucesivamente no es más que un error común en el que caemos todos. Cada edad tiene sus preocupaciones y todas son válidas, al atravesar por una crisis es importante dejar eso muy claro desde el principio. Nadie puede decirnos que "exageramos", incluso, si en realidad si lo estamos haciendo.
Los 20 se sienten como ser 'adulto bebé'
La expectativa de llegar a los 20 años es alucinante, es más bonito soñarlo que llegar realmente ahí. A los 18 nos volvemos mayores de edad, somos 'más independientes', tenemos permiso para hacer muchas cosas que siempre quisimos y que antes no nos eran permitidas.
Sin embargo, cumplir los 20 significa que ya somos más maduros, ya usamos la cédula varias veces y entendimos lo que significa, se supone. Ya salimos del colegio entonces seguimos estudiando pero esta vez algo que nos gusta y nos apasiona, se supone.
A esta edad estamos cerca de acabar la universidad o en medio de ella y tenemos cada vez más claro a qué queremos dedicarnos y hacia donde queremos ir, se supone. Empezamos a conocernos a nosotros mismos, qué nos gusta, qué no nos gusta, cómo somos realmente, se supone.
Probablemente a esta edad hemos empezado a trabajar o incluso un poco antes por lo que tener nuestro propio dinero nos hace sentir invencibles pero esto dura poco al ver lo caro que es todo y lo difícil que es mantener cualquier tipo de trabajo, especialmente cuando son trabajos informales o en los que no se requiere ser profesional y entonces las empresas se aprovechan de que eres joven y te hacen esforzarte un montón a cambio de muy poco dinero.
Las expectativas de tener 20 años no se parecen nada a la realidad
La crisis a esta edad, al igual que en muchas otras edades, radica en que lo que esperábamos que sucediera en esta etapa no sucede o no es como siempre lo imaginamos, entonces, llega la crisis.
Descubrimos rápidamente que hemos llegado a una edad adulta en la que no tenemos idea de nada, el tiempo pasa volando y quisiéramos retroceder pero no seguir avanzando.
La carrera que escogimos tal vez no era lo que esperábamos, tal vez no nos gusta tanto como creíamos. Los trabajos resultan ser más difíciles, lidiar con compañeros de trabajo resulta ser mucho más complejo que relacionarte con compañeros en la universidad.
Y ni hablemos de empezar a pagar cuotas de deudas en las que nos metimos, ver que el dinero no alcanza o alcanza para muy poco es un choque de realidad, además, si no trabajamos no podemos pagar estas cosas por lo que aguantar un trabajo se vuelve obligatorio ya que es eso o ser reportado y deber más dinero.
Todo de lo que creíamos estar seguros se va, no existe, entonces ¿cómo se supera la crisis?
No importa si no sabemos qué hacer, si nos equivocamos de carrera, si no nos gusta el trabajo que tenemos, si ya no sabemos quienes somos ni qué queremos en la vida.
Los 20 entonces comienza a ser la etapa perfecta para redescubrir todas estas nuevas respuestas que tanto buscamos. Hemos cambiado, no somos los mismos, sin duda, el choque de realidad también nos hace cambiar nuestra perspectiva de todo.
Por lo anterior, las respuestas que antes nos contestábamos ya no pueden ser las mismas. Empezamos el proceso de atravesar la crisis descubriéndonos a nosotros mismos, quienes somos sin expectativas ni propósitos, solo nos dejamos ser...
Mientras vamos siendo podemos aceptarnos, validarnos y conocernos realmente; dándonos cuenta de que nosotros mismos siempre hemos sido la respuesta a nuestras preguntas, solo que a veces estamos tan inmersos en la cotidianidad que nos olvidamos de que en vez de buscar afuera, hay que buscar adentro.
Reinventarnos no puede ser una mala idea, cambiar a veces da miedo pero tal vez es la mejor salida ya que evidentemente ya no podemos seguir siendo los mismos.
En el camino de redescubrirse y conocernos mejor, seguro lo logramos, aunque podamos demorarnos. Una buena idea sería preguntarnos qué es lo que no quiero y seguir desde allí.
Todo esto mientras rápidamente llegamos a los 30 años y empieza la siguiente crisis...
@_ValentinaRom_