Joven de 13 años murió tras riña con armas blancas por un videojuego en Santander

Un grave caso de intolerancia se registró en el barrio Villa Elena en el norte de Piedecuesta, Santander, por cuenta de dos menores que se enfrentaron con arma blanca. 

Según información, ambos se encontraban al interior de una vivienda compartiendo un videojuego y posteriormente salieron a confrontarse. 

Durante el enfrentamiento, el mayor de ellos, de 16 años, hirió al menor de 13, quien fue trasladado a un centro de atención médica, pero debido a la gravedad de las heridas, falleció. 

El menor de 16 años fue aprehendido por las autoridades y quedó bajo custodia de las autoridades competentes. 

“Divirtiéndose como son, niños, niñas, adolescentes, pero la información que tenemos como Policía Nacional es que porque uno le ganó a otro se genera una disputa, una discrepancia, pero salen a la vía pública a arreglar los problemas con un arma cortopunzante”, señaló Samuel Bernal, comandante de la Policía de Bucaramanga. 

Otro caso de intolerancia por videojuegos

En contexto: Niño de 9 años fue asesinado al no pagar apuesta tras perder en FIFA

En las últimas horas, en Villavicencio también se registró un hecho de intolerancia protagonizado por menores. 

Información de las autoridades indicaría que tras no cumplir una apuesta por un partido de Fifa, un menor de 15 años habría asesinado a uno de nueve con una piedra. 

El menor fallecido había sido reportado como desaparecido el pasado 5 de junio luego de pedirle permiso a su mamá para jugar con unos amigos del sector. Sin embargo, horas después fue hallado el cuerpo sin vida en un potrero. 

¿Qué dicen los expertos sobre este tipo de casos?

Para algunos expertos, la edad y el tiempo son factores determinantes a la hora de permitir a menores manipular videojuegos. 

“Dependiendo la edad, puede ser desde media hora, hasta máximo dos horas, ya en adolescentes de 16, 17 y 18 años”, agregó Leonardo Aja, psicólogo forense. 
Además, según Carolina Botero, psicóloga de la Universidad Javeriana, “los niños que viven en entornos desfavorecidos, terminan involucrándose de una manera excesiva en los videojuegos porque esto les muestra una realidad distinta”.  

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