Duván Zapata o Luis Muriel, al Atalanta le urgen los goles de sus colombianos

El Atalanta seduce desde hace tres años con un juego ofensivo y un ataque letal. Pero la máquina de hacer goles del equipo de Bérgamo parece que no termina de carburar este invierno (boreal), y sólo el título en Europa League puede permitir a la 'Dea' estar en la próxima Liga de Campeones.

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Cuando el inversor estadounidense Stephen Pagliuca, copropietario de los Boston Celtics de la NBA y copresidente del poderoso fondo Bain Capital, anunció su entrada en el club en febrero, la 'Dea' aspiraba aún al top-4 de la Serie A.

Pero dos meses después, antes de jugarse un puesto en semifinales de la Europa League contra el Leipzig (1-1 en la ida), la estrella del Atalanta languidece: después de varios tropiezos es 8º en el campeonato italiano, y ni siquiera tiene asegurado estar en competición europea la próxima temporada.

Un claro paso atrás para un equipo que finalizó tercero en 2019, 2020 y 2021 y que ha disputado las tres últimas Champions.

Entre lesiones y frecuentes polémicas arbitrales, son varios los motivos que lastran al equipo de Gian Piero Gasperini.

Ausencia de Zapata 

Pero lo que quizá más llama la atención son las inéditas dificultades del Atalanta para imprimir ritmo a su juego y para crear ocasiones, puntos fuertes del sistema implantado desde 2016 por 'Gasp'.

El mejor ataque en Italia en los tres últimos cursos (de 2 a 2,5 goles de media por partido), es sólo 7º en número de goles (1,7 por partido).

Y eso que en la fase de grupos de la Champions el equipo sumó una media de dos goles por partido ante equipos poderosos (Manchester United, Villarreal, Young Boys).

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Pero desde la eliminación con el consuelo del tercer puesto y de la Europa League, nada parece funcionar. La 'Dea' ha vivido dificultades inesperadas, en especial en casa donde se vio aplastada por la Roma (4-1), derrotada por el modesto Cagliari (2-1), eliminada en Copa de Italia por una Fiorentina con diez hombres (3-2), y dominada por el Nápoles (3-1).

Además de la marcha reciente rumbo al Inter de Milán de Robin Gosens, el Atalanta está pagando caro la ausencia de Duván Zapata. 

El delantero centro colombiano, máximo goleador con sus 12 goles (entre todas las competiciones), no volvió a jugar hasta la semana pasada en Leipzig luego de tres meses de baja a causa de una lesión en los aductores. Aunque aún no está al 100%, Gasperini recuerda hasta qué punto es "importante": "Su presencia adelante ayuda al resto del equipo a ser más peligroso".

Dependencia de Muriel

El ucraniano Ruslan Malinovskyi (10 goles) marcó goles importantes en las rondas anteriores de la Europa League, pero le falta regularidad, con la lógica preocupación que le supone desde finales de febrero la guerra en su país. 

Josip Ilicic (4 goles), capaz de acciones de genio, ha desaparecido desde enero, lastrado por problemas psicológicos que ya le perturbaron luego del confinamiento en 2020.

Así pues el ataque del Atalanta ha dependido en los últimos tiempo del también colombiano Luis Muriel (10 goles), aún eficaz pero con síntomas de sobrecarga de partidos.

Con Zapata, Gasperini confía ahora en una mejor definición, y por qué no en el título en la Europa League.

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