Lula cumplió 100 días en el poder y envió un fuerte mensaje contra Bolsonaro

Los 100 días de gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil han estado cargados de turbulentos momentos, encabezados por el intento golpista de su antecesor, Jair Bolsonaro, quien desconoció los resultados de las elecciones celebradas en octubre del 2022, en las que salió victorioso el político de izquierda.

Con casi el 51% de los votos, Lula volvió a la Presidencia por tercera vez a sus 77 años, luego de su periodo como mandatario entre 2003 y 2011. Esta vez, enfrentándose a una oposición extremista y a una sociedad dividida, con la propuesta de implementar nuevos programas sociales que le permitan contrarrestar el hambre, a pobreza y el deterioro ambiental del gigante latinoamericano.

El 12 de abril, Lula se dio una cita con los más de 30 ministros de su gabinete con el fin de celebrar los primeros 100 días de mandato y de recalcar algunas de las reformas y proyectos primordiales de su plan de gobierno, entre ellos la propuesta tributaria, el fortalecimiento de la educación y la construcción de una red ferroviaria sólida en el país.

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Posterior al encuentro, el mandatario brasilero hizo una intervención pública en la que se refirió a su antecesor, asegurando que había “intentado perpetrar el fascismo” mediante un intento de golpe de Estado que hoy está bajo investigación de las autoridades y que dejó fuertemente herida la relación entre el nuevo presidente y las Fuerzas Armadas del país.

Además, aseguró que durante la gestión de Bolsonaro se resquebrajaron los poderes públicos y se arremetió “en contra de las mujeres, los negros y la democracia”.

El balance de los 100 días de Lula en el poder

Según una encuesta de percepción publicada por Datafolha a inicios de abril, actualmente el 38% de los ciudadanos aprueba la gestión del presidente Lula; mientras que el 29% la califica de mala o muy mala y el 30% la califica de regular.

Sin embargo, aunque la aprobación está por debajo del 50%, es mayor a la que gozaba el expresidente Bolsonaro, cuyo porcentaje llegó apenas al 32% durante los tres primeros meses de presidencia.

La imagen de Lula es casi un faro de esperanza para minorías, grupos ambientalistas y mujeres que esperan que se reconstruyan las bases sociales de Brasil, luego de las duras políticas implementadas durante los cuatro años de administración bolsonarista. No obstante, el camino que le queda al político de izquierda, aun estando en el poder, sigue encontrando retos ante un Congreso que debe aprobar los programas que intenta implementar.

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En temas de relaciones internacionales, Lula se ha enfocado durante este trimestre en fortalecer los lazos y demostrar que su país está listo para enfrentar retos diplomáticos en un papel de mediador en importantes conflictos del mundo, como es la guerra entre Rusia y Ucrania, la tensión entre China y Taiwán, e incluso los nuevos intentos de paz entre el Gobierno Petro y la guerrilla del ELN en Colombia.

Sin duda, uno de los retos del actual presidente está en fortalecer y sanar las relaciones con los militares, además de dar cara a la fuerte oposición que lidera su antecesor y que representa todo lo contrario a lo que busca implementar Lula.

Mientras tanto, el mandatario ha asegurado que se enfocará en combatir la desinformación mediante el debate para la regulación de las plataformas digitales; el fortalecimiento de la inteligencia policiva para combatir el crimen organizado; la eliminación de las violencias contra las mujeres mediante programas sociales; la ampliación de políticas que garanticen los derechos de jóvenes y comunidad LGBTIQ+; la ampliación de programas de salud para suplir de medicamentos a las poblaciones pobres y el aumento de seguridad en municipios azotados por la violencia para cesar las masacres contra los jóvenes afro.