¿Tu hijo es feliz en su hogar?

La felicidad de nuestros hijos

Piensa en Mateo, un joven que al llegar a su casa del colegio, permanece solo por la tarde, y cuando sus padres aparecen, cansados luego de trabajar muchas horas, su conversación se reduce a lo mínimo; durante la comida casi no hablan de nada interesante. Es hijo único. Siente que sus padres lo aman escasamente y él igual a ellos. Se sabe un mal hijo. Mateo es un joven infeliz en su hogar. Le ocurre cada día, cada semana, mes a mes sin pausa y sin una posible solución. ¿Cómo te sentirías?

Esa situación parecen sentirla cada día millones de jóvenes. En silencio. Sin que nadie la note.

Es la conclusión del Instituto Colombiano de Investigaciones de la Infelicidad y la Soledad en octubre-noviembre del año 2020 al valorar esa y muchas otras respuestas de 1.300 jóvenes de diversas ciudades del país. Encontró que en su hogar 46% son felices o muy felices. Pero que 26% se sienten poco felices y 27% francamente infelices.

El nivel de sufrimiento, tensiones, conflictos de uno de cuatro es alto o muy alto. En suma, mucha infelicidad y bastante sufrimiento. ¿Por qué? ¡No lo sabemos!

Pocos papás le formulan esta sencilla y fundamental pregunta a sus hijos: ¿Eres feliz en nuestro hogar? En muchas ocasiones podrían sorprenderse con las respuestas. Pienso que la mitad de los papás se asombraría negativamente, entre ellos el papá de Mateo.

Los tres retos familiares

Desde lo que sabemos de psicología afectiva, cada niño y niña en su hogar debe sortear tres grandes retos y superarlos. De esto dependerá en gran medida el llevar una vida feliz. De fracasar, transitará una vida infeliz o llena de sufrimiento.

El primer reto, llegar a dominar el arte de compartir gratamente con otros. Significa interesarse por escuchar, conversar, relatar, jugar, participar y apoyar al conjunto de su hogar: su mamá, papá y hermanos. Tareas fáciles de decir, pero terriblemente difíciles de lograr. Si las domina llegará muy bien preparado para llevar en su colegio una grata vida, ahora con diversos profesores y sus muchos compañeros. Su mamá, papá y hermanos constituyen los modelos para relacionarse con estos. La familia pone los cimientos psicológicos de la vida futura del pequeñín.

El segundo, en su familia cada niño y niña ha de aprehender a respetar las reglas y las normas, los horarios, las obligaciones. Y sobre todo a hacerse una personita comprometida, respetuosa y responsable de cumplir sus deberes; uno de ellos definitivo el de tender todos los días su cama.

El tercer reto, no menos importante, armarse un conocimiento realista de la persona más importante en adelante: ¡él mismo! Reconocer sus cualidades (simpático, amable y generoso) y sus incompetencias (que tanto mal le harán al recorrer la existencia, y no solo a él, sino a los demás). Por ejemplo, el egoísmo, la irresponsabilidad, el desorden.

Las experiencias con sus padres y hermanos son un escenario magnífico para practicar el auto conocimiento, por supuesto si sus padres lo guían y aconsejan.

Unas primeras preguntas pueden ser importantes para saber si tu hijo es feliz en su hogar.

Emplea un número entre 0 (nada) y 10 (magnífica). ¿Te sientes feliz?

____ en tu hogar

____ con tu madre

____ con tu padre

____ Con tus hermanos

____ Como hijo?

Nos vemos en la próxima vídeo columna: ¿Es feliz tu hijo en su colegio?

*Miguel de Zubiría Samper. Psicólogo. Director Científico de la Fundación Alberto Merani.