La Navidad cobra vida propia en las calles de Bogotá

Si ha caminado por estos días algún tramo dela calle 53 de Bogotá seguro ya se topó con uno de esos renos de peluche y grandes cachos abriéndose paso entre la multitud al capricho de su mecanismo móvil. O con voces de Papá Noeles que invaden con sus cada vez más curiosas poses y cánticos los exhibidores y calles de este sector.

La presencia de estos símbolos de la Navidad es una prueba de que la llamada Pascua no obedece solo a una de las fechas más relevantes del calendario cristiano sino a un conjunto de prácticas comerciales y expresiones culturales que provocan un estado, una atmósfera, “el ambiente navideño” cada año más prematuro.

Así que por más ‘grinch’ que alguien se declare, es casi imposible andar por este corredor como un robot e ignorar los estímulos de esta suerte de ‘navidad precoz’ a los que se ven abocados todos los sentidos.

Y que la alta exposición de estos modelos móviles, termina robándole a uno que otro espontáneo transeúnte, sin planes de gastar en decoración,  a lo sumo la fugaz pero inapelable pregunta: ¿cuánto cuesta el Papá Noel que toca la batería?

Según el más reciente sondeo de Fenalco Bogotá un consumidor invertirá este año por regalo un promedio de $67 mil pesos. Las mujeres conservan el crédito de más generosas al invertir un poco menos que los hombres pero en un promedio de 8 obsequios si se habla de cantidad.

El optimismo gana entre los comerciantes cuando el 65% de los sondeados espera vender 30% más este año con relación al 2014, incluso pese al aumento del precio del dólar.

Pero por más novedades que irrumpan en el mercado, ningún producto está exento del popular regateo según el vendedor Jorge Correal, quien dice que si no reconociera los buenos pesos que le dejan los Papá Noeles de pilas “made in China” se quedaría vendiendo flores en Paloquemao todo el año.

“Le tengo el papa Noel guitarrista, el saxofonista, el pianista, el percusionista y el árbol bailarín, todos a 30 pero si negociamos se lo dejo en 25”.

Patricia Jaramillo, decoradora y comerciante desde hace 30 años, calcula que para invertir en decoración navideña hay que tener disponibles entre 500 mil y 3 millones de pesos. Y es que tiene lo último en villas con carruseles de caballos que giran al compás de un villancico, pequeñas rockolas con las melodías clásicas o gorros con vida propia que solo son justificables de usar en esta época.

Sin embargo, si no hay ese dinero disponible, no hay porque automarginarse de la magia de la Navidad. La temporada decembrina ya llegó y se percibe en el rojiverde de las vitrinas, se siente en las mañanas soleadas, se respira en el aire con el olor a nuevo de los muñecos y por eso nadie le va a cobrar ni un peso.