Familiares de presos en el país claman por estrategia para conocer su estado de salud

Las cárceles en Colombia se han convertido en otro de los importantes focos del covid 19 en el país, y la condición actual de hacinamiento en la mayoría de los planteles carcelarios aumenta el riesgo de contagio para los internos.

Desde las afueras de los centros de reclusión, cientos de familiares claman al Gobierno Nacional por una solución para para proteger la salud de los internos y piden la formulación de estrategias que les permitan hablar con ellos y conocer su actual estado de salud.

Manifiestan preocupación, pues en la mayoría de los casos no han podido ver a sus familiares desde el inicio de la cuarentena; es decir hace 2 meses.

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En Cúcuta, Noticias RCN conoció el caso de Diana Suescun, quién manifiesta que su temor no radica solo en el peligro que tienen sus familiares de ser contagiados, sino también en el riesgo de que mueran. Manifiesta que además de la pandemia, otro de los riesgos al interior del penal donde se encuentra su familiar, son los amotinamientos, pues al interior del penal solamente hay 400 guardias de seguridad para cuidar a más de 4000 internos.

Además, señala que, al interior de la cárcel, los internos no cuentan con los debidos elementos de bioseguridad para preservar su condición de salud.

En Medellín las cárceles de El Pedregal y Bellavista han implementado la tecnología para permitir, a través de la instalación de 10 computadores, que los internos se puedan comunicar con sus familiares a través de videollamada.

Sin embargo, algunos de los familiares de los reos de dichas cárceles, denuncian que existen presos que requieren de urgente asistencia médica, no obstante, no han podido ser llevados a los centros médicos en tanto su salida, en compañía de un guardián, implicaría que para volver al penal tengan que cumplir con una cuarentena.

Claudia Rueda, familiar de un interno en una de las cárceles de Antioquia, manifestó su preocupación por la imposibilidad de acudir al penal para llevar a su esposo los medicamentos para el tratamiento de su artritis reumatoide, enfermedad que a su vez podría ser agravada en tanto, en días pasados muchos de los internos, sufrieron un caso de intoxicación masiva a causa de alimentos en mal estado.

" Si a él lo coge, no vive para contarlo ... que al menos lo saquen a un médico", afirmó la angustiada mujer.

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Otro de los penales en el país que ha acudido a la tecnología para responder a la necesidad de las familias y los presos de realizar sus encuentros, en la cárcel de Aguachica, donde según sus directivos, otro de los impedimentos para la comunicación, que muchos de los familiares de los presos, no cuentan con los medios tecnológicos para realizar una videollamada.

Por su parte, familiares de 24 detenidos en la Uri de Neiva, Huila llamar a las autoridades a reactivar las instancias judiciales, en tanto la permanencia en la Uri, sin definir su situación jurídica, también tiene en deplorables condiciones de Derechos Humanos a las docenas de reclusos, advirtiendo incluso que éstos no pueden ver la luz del día.

La cárcel de Picaleña, en Ibagué, Tolima, concentra a cerca de 5500 detenidos, cuyas familias, manifiestan su preocupación, al conocer la existencia del brote de coronavirus al interior de la institución penitenciaria, advirtiendo qué es te pudo surgir tras la llegada de algunos internos procedentes de la cárcel de Villavicencio; hasta el momento la más afectada por el brote viral.

En las regiones, el caso más sensible de brote de coronavirus al interior de una cárcel es el presentado en el penal de Villavicencio, Meta, donde actualmente hay más de 870 contagiados.

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En Amazonas, la cárcel de Leticia concentra a 146 casos positivos, mientras que La Ternera en Cartagena reporta 20.

Los penales de Picaleña, Ibagué; Heliconias, Florencia; y Esperanza, en Guaduas, registra un caso cada una.