¿Te valoras?

Por: Miguel de Zubiría*

@migueldezubiria en Twitter

Pocos temas superan en importancia psicológica a la auto valoración

O el amor a ti mismo. Más preciso, amar al compañero de travesía que te acompañará desde el principio hasta finalizar el recorrido. Sin posibilidad de cambiarlo o reponerlo por otro estás condenado a ser tú mismo. No eres intercambiable por otro, como sí en el amor, por ejemplo. Luego es definitivo que aprehendas a valorarte bien, o sea a conciencia, en la justa medida. Fundamental porque valora la relación más personal e íntima de cualquier persona, con ella misma.

Al fallar la auto valoración y hacerse autodevaluación surgen consecuencias tremendas, una muy conocida la depresión, siempre un componente suyo fundamental. Además, afecta no un momento de la vida, sino, de no ser corregida, perdurara hasta finalizar la existencia.

Una pobre autoestima afecta la interacción del niño con su familia, con su colegio y sus amigos. En la juventud, deteriora sus posibilidades de entregarse con pasión a un arte, deporte o ciencia, y lo que es le impide ser optimista con su futuro. En la adultez mermará su desempeño en los roles definitivos: laboral y amoroso. Muy seguro afrontará una vejez que podría ser magnífica, por todo lo contrario.

La justa y completa autovaloración psicológica parece involucrar dos componentes:

1) Desempeñar bien los roles sociales

2) Cualidades que te agregan valor como persona (ser simpático, amable, emprendedor, brillante, solidario y muchas más). Y restarle las incompetencias, que nunca faltan; entre menores sean mucho mejor por supuesto.

Tus roles psicosociales

De un niño su sociedad espera que llegue a ser buen hijo, estudiante y amigo. Retos en verdad difíciles.

De un joven se espera que desarrolle un talento, bien sea un deporte, arte o tecnología; que domine las operaciones intelectuales básicas como escuchar, leer, expresarse, escribir, argumentar, más otras; y que posea proyectos de mediano y de largo plazo: los famosos proyectos de vida. Tremendas tareas.

De un adulto que sobresalga como trabajador y como pareja (pareja, padre, novio, amigo y demás).

Lograr cada una de estas elevadas demandas sociales hace que las personas a su alrededor valoren al muchacho y seguramente lo más importante: ¡que él mismo lo haga!

Tus cualidades

Y por si no bastasen los logros anteriores, las personas también prefieren que quienes los rodean sean personas valiosas humanamente; y más si son sus amigos, socios o parejas.

El anterior es el autoconocimiento de sus cualidades de un muchacho de 15 años: Jonathan. Ejercicio que pienso deberían realizar al menos una vez por año todos nuestros estudiantes, desde sus once años.

La ventaja radical de Jonathan sobre cualquier otro muchacho es que puede dar cuenta y responderles a los otros, y sobre todo a sí mismo por qué es valioso: ¡Porque poseo 19 cualidades! ¡No solo eso, sino que sé cuál es cada una!

¿Tú lo sabes?

*Creador de Pedagogía conceptual y de Psicología afectiva. Premio Nacional de Psicología 2021.