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La propuesta de una reforma tributaria territorial continúa en la agenda del gobierno bajo el liderazgo del ministro Ricardo Bonilla.
La reforma tributaria planteada por el gobierno de Gustavo Petro se anunció desde que el mandatario estaba en campaña. Su promesa era que quienes más aportaran al fisco; fueran los ciudadanos de mayores ingresos, y el objetivo era inicialmente recaudar 25 billones de pesos, ahora mismo se estima que este valor podría incluso estar por debajo de los $20 billones.
El primer texto fue radicado el pasado 8 de agosto, implicaba reducir los beneficios tributarios para las personas naturales con ingresos que sobrepasaran los 10 millones de pesos mensuales. Según las cifras del Gobierno, de este grupo de personas solo hace parte el 2% de la población.
Por otra parte, se buscaba unificar las rentas, y con ello hacer que las personas que tributaran pagaran de igual forma que lo hacen con los ingresos laborales, por ganancias ocasionales y dividendos. Adicionalmente, se planteaba que quienes tengan un patrimonio superior a los $3.000 millones pagaran una tasa que va desde 0,5%, hasta el 1%, en el caso de quienes superen los $5.000 millones.
El documento también gravaba el petróleo, el carbón y el oro, con un impuesto equivalente al 10% del exceso sobre el precio base. Productos ultraprocesados y azucarados también eran gravados con un impuesto saludable, que, en el caso de los primeros, planteaba un 10% sobre el precio de venta, y de los segundos, un monto que dependía de la azúcar de cada alimento.
Tras varias modificaciones, la eliminación y creación de nuevos artículos, el texto de la reforma fue discutido en el Congreso. En Impuesto al patrimonio habrá una tarifa nueva: el texto inicial proponía un cobro de 0,5% a patrimonios a partir de los $2.736 millones y de 1% desde los $4,600 millones, el cambio es que se introduce el impuesto de 1,5% a partir de los 10 mil millones.
En cuanto el impuesto a bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados también hubo cambios, y se les cobrará a partir de los 6 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, a partir de 6 se cobrará $18.000 y a partir de 10 $35.000. En alimentos ultraprocesados se mantiene el impuesto del 10%, pero no se impondrá a todos los tenderos o pequeños productores y además saldrán de la lista alimentos como el salchichón.
Las empresas petroleras y de carbón podrán seguir deduciendo las regalías, pero tendrán un 5% adicionales en renta. También, el impuesto a las exportaciones de carbón y de petróleo pasan del 10% al 20% cuando se pase un umbral de precio del US$74 barril y US$80 tonelada
En cuanto a los dividendos y las ganancias ocasionales, el acuerdo al que se llegó establece que, en el caso de los dividendos, la tarifa efectiva para personas naturales va a tener un descuento del 19% sobre las tarifas marginales del impuesto de renta, que están entre el 0% a 39%. Además, el gravamen tendría un máximo de 20%.
Aunque el proyecto no ha caído bien en los sectores políticos del país, lo que está claro para todos es que una reforma es necesaria, teniendo en cuenta que el panorama económico mundial está marcado por la inflación, los altos costos de vida y la recesión. Para el país, un déficit fiscal que se ubica sobre el 5,6% del PIB, que equivalen a más de 60 billones de pesos. El nivel de deuda representa el 56,2% del PIB, el desempleo continúa siendo de dos dígitos, con un 10,6% y la inflación al mes de septiembre llegó al 11,4%, superando máximos históricos en 23 años. Entre tanto, las tasas de interés pasaron el umbral del 1,5 al 10%.