Asonada en los Farallones de Cali: hay 30 militares secuestrados, una persona muerta y varios heridos

Una confrontación se registró en la vereda Peñas Blancas, en el corregimiento de Pichindé, Valle del Cauca. De acuerdo con información entregada por las autoridades, se trataría de un ataque contra una unidad militar de la Tercera División del Ejército Nacional que desarrollaba labores para combatir la minería ilegal.

Allí, en los Farallones de Cali, las tropas fueron atacadas con disparos, por lo que habrían reaccionado en su defensa.

Delicada situación en los Farallones de Cali

Por ahora, la situación deja un saldo de una persona muerta y cuatro heridos. Además, el Ejército informó que hay 30 soldados retenidos en el sitio, por lo que se adelantan esfuerzos para lograr su liberación y el esclarecimiento de los hechos.

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Entretanto, los heridos fueron trasladados a centros asistenciales en el casco urbano de la capital vallecaucana.

Camilo Murcia, secretario de Seguridad de Valle del Cauca, pidió a la Fiscalía y al Ministerio Público avanzar en las pesquisas necesarias para aclarar cualquier situación que se vea relacionada con lo ocurrido durante el operativo militar.

Además, indicó que ya hay una comitiva conformada por la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la Alcaldía Municipal, la Fiscalía y demás autoridades civiles para intermediar por la liberación de los militares que permanecen secuestrados.

Según el Ejército, la alteración al orden público en esta zona del suroccidente del país se viene presentando desde hace varios días.

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¿Cómo sucedieron los hechos?

El Comando de la Tercera Brigada del Ejército manifestó que los soldados secuestrados se encontraban en la vereda Peñas Blancas, de Cali, con la misión de contrarrestar los trabajos de minería ilegal que se presentan en la zona.

La incursión tenía como fin la incautación de seis mulares que transportaban elementos para la extracción ilícita en las minas. Cuatro personas iban a bordo.

Sin embargo, al iniciar las tareas de detención, las tropas fueron rodeadas por cerca de 100 personas que les impidieron llevar a cabo el procedimiento agrediéndolos con palos y piedras. En medio de los disturbios, una persona murió y cuatro más resultaron heridas. 

Al parecer, la comunidad quemó los equipos de campaña y víveres de los soldados. Además, uno de los uniformados aseguró que intentaron arrebatarle su fusil.