Minagricultura defendió modelo de Indupalma

El ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, defendió el modelo que él mismo implementó en Indupalma. Dijo que no es cierto que el programa lleva a los campesinos a la quiebra y garantiza que es un proyecto de emprendimiento.

Aseguró que como ministro está dispuesto a aplicar ese modelo en otros sectores del agro. Sin embargo, se declaró impedido en temas de Indupalma.

El modelo que Indupalma les ofreció a los propietarios de pequeñas parcelas en el Magdalena Medio santandereano y el sur del Cesar fue que se convirtieran en socios estratégicos en los cultivos de palma.

Indupalma creó una asociación llamada Coopsabana a la que se unieron 38 campesinos que sumaron 1.300 hectáreas.

La cooperativa e Indupalma lograron un crédito del Banco Agrario por 7.280 millones de pesos, con un subsidio de Agro Ingreso Seguro por 1.300 millones de pesos y auxilio del Gobierno de Estados Unidos, que ayuda a campesinos en zonas de cultivos ilícitos.

Todo el dinero entró a una fiducia que quedaba a cargo exclusivamente de Coopsabana.

Los campesinos pusieron como garantía su tierra, que quedó hipotecada con el Banco Agrario.

"El doctor Lizarralde hizo el paquete de todos los socios, 39 socios, y nos pasó todos esos papeles al banco. Estamos hipotecados, vamos a ver qué hacemos", indicó Juan Crisóstomo Mesa, cultivador de palma.

Indupalma se convertía en el operador logístico, es decir, realizaba el cultivo y se encargaba del mantenimiento.

"Esa operación logística inicialmente, los primeros tres años, se nos cobraba el 14 por ciento sobre todo el gasto bruto del proyecto. Después de los tres años se nos empezó a cobrar el ocho por ciento del producido bruto", señala Hugo Criado Pacheco, cultivador de palma.

Durante los tres primeros años, según los campesinos, todo debía ser inversión hasta que las palmas maduraran y comenzara la cosecha.

"Plata para la fiducia, para la cooperativa, para la operación logística, para el banco, y nosotros comer de lo que sabemos", dice el cultivador Rigoberto Gómez.

Los campesinos dicen que les prometieron que al llegar la cosecha, entraban en un gana-gana.

"Cuando nosotros empezáramos a cosechar, la primera cosecha de dos kilos: un kilo para la amortización de la deuda y el otro kilo era para el asociado", asegura un cultivador.

"A nosotros nos dijeron que era 50-50, y dónde está el 50", se pregunta Isabel Cárdenas.

Los problemas comenzaron cuando llegó esa cosecha, porque la producción no se acercaba a las metas fijadas.

"No son capaces de pagar, que están de brazos cruzados, ¿usted cree que eso es garantía? Un crédito más para pagar eso, los van a acabar de arruinar, de dónde va a pagar esa pobre gente", manifiesta Juan Felipe Quintero, cultivador.

Entre las razones hay problemas técnicos.

Los técnicos de Indupalma escogían el terreno donde iban a ser sembradas las palmas, llevaban las plántulas, hacían el servicio técnico. Actualmente miles de plantas están improductivas y en Indupalma nadie responde.

El caso de Luis Felipe Quintero es tal vez el más dramático.

"Yo les dije a ellos cuando les iba a mostrar el predio, para saber si servía el lote para cultivar palma, que el agua llegaba más arriba de la rodilla, que permanecía más o menos seis meses con el agua a la rodilla, y ellos dijeron que ellos evacuaban el agua", indicó Luis Felipe Quintero.

Una interventoría de Indupalma le proyectó a Quintero en cero las ganancias de la finca hasta el año 2021. Cuando recibirá, según la proyección, 27 millones de pesos.

Para ese mismo momento, es decir el año 2021, cuando reciba los 27 millones de primera ganancia, la deuda por la hipoteca de la finca,  que hoy está en 134 millones de pesos llegará a 149 millones de pesos.

"Prácticamente estamos aguantando hambre porque vendimos las vacas de leche porque ellos no permitían que aquí en el cultivo se mantuviera el ganado", aseguró Quintero.

Dicen que el programa entró en crisis, al punto que debieron firmar una segunda hipoteca y eso sumarlo a todas las otras deudas que llegaban con la siembra, como las plántulas y algunas obras adicionales.

"Aparte de la deuda que tenemos con el Banco Agrario debemos las plántulas y lo que se sacó para poder subsistir", agrega Quintero.

Mientras tanto, la principal promesa de Indupalma, que el mismo gerente Rubén Darío Lizarralde dejó en un editorial de la revista institucional en 2009 es:

"Además de ello, no podemos olvidar que el 30% de Oro Rojo Ltda. pertenecerá a los pequeños y medianos productores asociados a los proyectos operados por Indupalma".

Aparentemente, no se cumplió.

Ese era el debate el día de una reunión, cuyo video reveló Noticias RCN. Los campesinos le pidieron al entonces gerente Lizarralde que los dejara retirar y ellos pagaban toda la deuda al banco y él accedió.

Se retiraron 12, que decidieron vender el fruto a otra empresa y hoy afrontan un proceso penal en la Fiscalía por adueñarse de esas semillas.

El mismo campesino que sirvió como imagen institucional de Indupalma, Juan Crisóstomo Mesa,  hoy dice esto:

"Con ese proyecto que dijeron que era para los pobres y resulta que de pobres pasamos a limosneros".

Versión del ministro Lizarralde

"En principio me voy a declarar impedido en todos los temas que tengan que ver con Indupalma".

Para el ministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde, las críticas al modelo que él  implementó en Indupalma no tienen fundamento y anunció que está dispuesto a replicar el sistema en otros sectores del agro.

"Yo los invito a ellos a que conozcan a profundidad el modelo y más bien a que me acompañen a que lo implantemos en muchas zonas del país", dijo.

Desmintió a quienes dicen que a través de este modelo varios campesinos del Magdalena Medio santandereano quebraron, pues dice que los proyectos son de largo plazo.

"Estos proyectos a partir del quinto año de siembra empiezan a generar recursos positivos para sus propietarios", añadió Lizarralde.

Aseguró que las asociaciones entre empresas y  propietarios de pequeñas parcelas  han garantizado el crecimiento de la productividad de los campesinos sembradores de palma.

"Este modelo, más que este proyecto, ha impactado por ejemplo a campesinos que hace 10 u 11 años no tenían ni un centímetro de tierra, y además el 75 % de ellos eran analfabetos".

Dijo que no entiende como hay sectores políticos que en lugar de trabajar por los pequeños campesinos, critican un modelo que ha permitido el desarrollo en el campo colombiano.

"¿Por qué el modelo es atacado? Eso no lo entiendo, sobre todo cuando viene de grupos que se supone que deben trabajar por los más pobres", agregó Lizarralde. 

El jefe de la cartera de Agricultura advirtió que estos proyectos deben llevarse al campo colombiano con asistencia técnica y con acompañamiento a los campesinos para la creación de empresas.

NoticiasRCN.com