Un ruido alienta la esperanza de hallar el submarino perdido en mar de Argentina

La detección este lunes de ruidos en un punto que corresponde con la ruta que debía tomar el submarino argentino ARA San Juan abre esperanzas de hallar al sumergible perdido hace cinco días con 44 tripulantes.

El lugar del hallazgo se sitúa a 360 kilómetros de la Península Valdés, en la Patagonia argentina, donde hay una profundidad promedio de 200 metros.

"Lo que les puedo decir es que un ruido en el mar y hay que estudiar y analizar la firma acústica de ese ruido", explicó el capitán Enrique Balbi, portavoz de la Armada Argentina.

"No quiero crear falsas expectativas", dijo, pero "ahora tenemos un punto en donde buscar, sin descuidar toda el área de operaciones", las que se realizan en medio de un fuerte temporal.

"Esta información, tal cual yo se la estoy tratando de decir objetivamente, ya ha sido comunicada a los familiares. Les pedimos a los familiares que tengan paciencia", señaló el portavoz de la Armada, al tiempo que solicitó a la prensa que transmitan esta "objetividad en los datos" y no crear "ningún tipo de esperanzas" hasta conocer más información.

Según matizó Balbi, el ruido fue escuchado inicialmente por una corbeta de la Armada a través de sus cascos "en forma pasiva", para seguidamente ser detectado también por otro "destructor" que se acercó al lugar.

"Coincide con el camino que hubiera tomado el submarino para arribar a la base de Mar del Plata como estaba previsto", agregó Balbi.

Los ruidos fueron reportados por dos buques argentinos y tras la novedad voló hacia el lugar el avión estadounidense P8 Poseidón, el más moderno que tiene la Marina de ese país.

Esta mañana, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, viajó hasta Mar del Plata, donde se encuentra la base de operaciones del submarino y donde vive la mayoría de sus tripulantes, para informarse de la situación y apoyar y acompañar a todos los familiares, que aguardan, entre nervios e incertidumbre.

El "ARA San Juan" se reportó perdido el jueves cuando regresaba desde Ushuaia (extremo austral argentino) hacia su apostadero en Mar del Plata, 400 km al sur de Buenos Aires.

Siete países aportaron logística y equipos sofisticados para ayudar a la misión de rescate en el Atlántico Sur.

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