Aprender de la experiencia urbana nórdica

Por: Augusto Solano*

Sabemos que uno de los principales desafíos que a lo largo del mundo afrontan hoy las metrópolis, sus gobiernos, la empresa privada y la ciudadanía en general, es el de reducir, de manera muy rápida, las emisiones de dióxido de carbono inducidas por el hombre.

La movilidad en la urbe es una de las principales causas del cambio climático. Se estima que el transporte aporta entre el 30% y el 50% de sus emisiones de CO2, dependiendo de las condiciones propias de cada ciudad.

Además, la forma en que actualmente nos desplazamos genera impactos negativos en la salud de las personas en todo el mundo. El dióxido de nitrógeno producido por los automotores afecta gravemente los pulmones y algunos estudios aseguran que el ruido ocasionado por el tráfico genera desde insomnio, hasta enfermedades cardiovasculares, pasando por fatiga, estrés, depresión y ansiedad.

Colombia no es la excepción, y sus grandes, intermedias y pequeñas ciudades adolecen de la misma problemática, y trabajan por encontrar soluciones que aseguren una movilidad más limpia, eficiente y equitativa para superar las grandes deficiencias del modelo actual.

Y es aquí donde cobra gran importancia la reciente firma de un acuerdo de entendimiento entre Colombia y Dinamarca para promover la movilidad sostenible. La programación de mesas técnicas y la realización de una serie de talleres, reuniones y programas de socialización y capacitación permitirán la transferencia de conocimiento de empresas danesas a nuestro gobierno.

Pero ¿por qué es importante Dinamarca al hablar de movilidad?

Dinamarca es uno de los países de Europa que lidera el camino al transporte eléctrico, y tiene la meta en el Acuerdo de París, de reducir en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero a 2030. Uno de los objetivos principales en el mediano plazo del plan de desarrollo de su capital, Copenhague, es que no más de un tercio de los viajes con inicio y/o parada en esa ciudad deben ser en automóvil y que los restantes sean a pie, en bicicleta o en transporte público. Copenhague es ejemplo en la construcción de una red de transporte verde, integrada y eficiente.

En general, Dinamarca es un país líder en el transporte sostenible, la movilidad eléctrica y el uso de la bicicleta. El memorando de entendimiento incluye la promoción de proyectos, investigaciones y oportunidades de negocios frente a estos temas y de ser bien aprovechados le permitirían a nuestro país, a sus ciudades y a sus municipios contar con los conocimientos más avanzados en materia de transporte e infraestructura sostenible.

Ahora bien, el memorando ya se firmó, la oportunidad está al frente y muy pronto comenzarán las actividades, entre las que se planea invitar a diferentes actores de los sectores privado y civil. Lo más importante es que entendamos que los problemas actuales de la movilidad nos afectan a todos por igual, y que esta es una cuestión de política pública, de estrategia empresarial y de cambio comportamental de los ciudadanos.

Aprender de la experiencia urbana nórdica es una ocasión que no podemos desaprovechar. Su conocimiento en sostenibilidad, competitividad e inclusión para una mejor calidad de vida en las ciudades es innegable.

Así las cosas, las expectativas son muchas y esperamos que nuestra nación, sus empresas y habitantes aprendamos más de cómo masificar y adoptar nuevos medios de transporte aportando a la sostenibilidad de nuestras ciudades.

*Presidente de Asocolflores y CECODES.