Ser obeso, diabético e hipertenso ahora es pecado| Por: María Elena Bonilla
Solicitar información relacionada con los antecedentes médicos de los trabajadores, constituía una conducta de acoso al violar su derecho a la intimidad
05:02 a. m.
Por: María Elena Bonilla Páez*
@mebp72 en Twitter
Así como lo oyen. Si bien no se pueden desconocer las buenas intenciones de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá, en relación con las poblaciones que ellos han determinado como de alto riesgo, atendiendo a las tasas de mortalidad de los pacientes afectados por el Covid-19, nadie se ha atrevido a hablar en voz alta de los efectos nocivos que dichas medidas, a corto y mediano plazo, implican. Veamos entonces:
1. Mediante el Decreto 176, la Alcaldía de Bogotá le da alcance a la Ley 1523 de 2012, la cual establece el Sistema Nacional de Gestión de Desastres y le traslada a los empleadores la especial protección de la denominada población en riesgo y les prohíbe su desvinculación laboral.
2. Es decir que la Alcaldía de Bogotá, sin tener las atribuciones para ello, crea un fuero especial para los obesos, diabéticos e hipertensos.
3. De otro lado, en las disposiciones del Ministerio de Salud y del Ministerio de Trabajo se ha exigido que todos los empleadores soliciten a sus trabajadores información, que hasta la fecha de expedición de dichas normas se consideraba información sensible. Y, en consecuencia, el empleador no podía tener acceso a esta clase de datos.
4. Estas disposiciones contrarían lo previsto en la Ley 1010 de 2006, la cual regula el Acoso Laboral en Colombia. Es decir, que solicitar información relacionada con los antecedentes médicos de los trabajadores, constituía una conducta de acoso al violar su derecho a la intimidad y generar claras situaciones de discriminación.
No nos digamos mentiras. Y digamos en voz alta, lo que se susurra. ¿Qué empresas están hoy dispuestas a contratar a trabajadores obesos, diabéticos o hipertensos, si las autoridades de forma arbitraria están generando un fuero de protección para dicha población? En un país en el que cada día se incrementa la tasa de desempleo, sin contar con la población informal, no tiene justificación crear protecciones que lo que generan de forma franca y descarnada es discriminación.
No es con esta clase de medidas restrictivas como se protege a la población en riesgo. Es con un llamado a la solidaridad y a la adopción de medidas de autoprotección como se puede preservar la salud y la vida de la comunidad más vulnerable. En el entretanto y así nadie se atreva a decirlo, las puertas laborales estarán cerradas para los gordos, diabéticos e hipertensos. Es por ello, que es el gobierno local y no el Covid-19 los condenó al pecado, y no propiamente el venial.