El Tarra, un lugar con pocas oportunidades para los jóvenes

José Alfredo Castilla Durán es un joven tarrense de familia humilde que, con muchas ganas y actitud, le apuesta a una oportunidad de lograr el sueño que desde muy chico ha querido alcanzar.

Ha desarrollado habilidades admirables, un locutor empírico que día a día lucha por sacar a su familia adelante, pero la falta de oportunidades, de recursos económicos y la distancia han sido sus mayores obstáculos.

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“Ser joven en Tarra es algo muy complejo debido a que la juventud en el municipio no cuenta con esas oportunidades de estudio superior o de trabajo. Realmente es algo que acompleja a la juventud”, dice José Alfredo.

Añade que muchos de los jóvenes del municipio terminan sus estudios secundarios y “automáticamente eligen caminos mas alternos para lograr sus objetivos, que son caminos en cierto modo caminos ilegales”.

Y es que El Tarra está ubicado en el corazón del Catatumbo, rodeado por un inmenso bosque, pero también de violencia y abandono estatal donde no llegan oportunidades para los jóvenes. No se cuenta con una sede universitaria, ni siquiera la del Sena, y la falta de conectividad dificulta acceder a carreras virtuales que se ofertan.

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Es el caso de José quien sueña con estudiar aviación. Dice que, aunque es un sueño muy alto, ahí está.
“Un sueño que muy pronto o en un futuro no muy lejano se me pueda cumplir es ser ingeniero en telecomunicaciones”.