¿Somos racistas? | Por: Andrea Bernal
Somos víctima de nuestro propio prejuicio, de vivir en esa burbuja que vivimos y mirar todo desde lejos, con indiferencia.
06:00 a. m.
Por: Andrea Bernal
@andrebernal26 en Twitter
¡Hola, que tal! Soy Andrea Bernal de Noticias RCN y hoy quiero hacerles una pregunta: ¿somos racistas? ¿De qué lado de la historia queremos estar? ¿En el de la indiferencia? ¿O En la que nos duela y nos indigna lo que le hicieron a George Floyd, a Tamir Rice o a Erick Garner? La ONG Mapping Police Violence, (Mapeo de la Violencia Policial en los Estados Unidos) afirma que las personas afroamericanas tienen casi tres veces más de probabilidad que las mate un policía. Mientras que el 'The Washington Post' divulgó que, por cada millón de habitantes en los Estados Unidos, 30 afroamericanos mueren por disparos de un agente
Eso pasa en Estados Unidos. Pero el abuso policial también pasa en nuestro país, pasa en Colombia y pasa en nuestra región. La discriminación no es exclusiva de los Estados Unidos. ¿Podemos decir realmente que no somos racistas cuando menospreciamos a otros? ¿Y cuando los juzgamos por su condición social, por el color de la piel? ¿O cuando seguimos pensando que si hay un grupo de jóvenes afrodescendientes en un parque “seguramente” se están drogando y quizás le robaron a alguien, o ya nos robaron o nos van a robar? Y les decimos a nuestros hijos mejor vámonos del parque o nos cruzamos la acera.
Hemos sido criados en una sociedad que normalizó el racismo y aún lo hace. Así como el machismo, que está dentro de nuestras familias, el racismo está ahí persiguiéndonos como un fantasma que no hemos querido mirar a los ojos para erradicarlo. Somos víctima de nuestro propio prejuicio, de vivir en esa burbuja que vivimos y mirar todo desde lejos, con indiferencia.
Entonces hoy quiero invitarlos a reflexionar para tomar acciones. ¿Cuál es el ejemplo que le estamos dando a nuestros hijos? Ellos no nacen juzgando, ellos no nacen rechazando o menospreciando, ellos nos ven, ellos aprenden de nosotros. ¿Queremos un mundo diferente? ¿Inclusivo? ¿Que no sea discriminatorio?
Y me da mucha tristeza que 60 años después, en ese 28 de agosto de 1963, en ese magnífico y famoso discurso de Martin Luther King no hayamos podido cumplirle el sueño. Ese sueño que él dijo: “Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel”