Ceguera ética

Por: Carolina Fierro*

@CaroFierroVal en Twitter

A raíz de la investigación publicada por BLU RADIO, sobre la escandalosa contratación que implica a un asesor de la Jefe de Gabinete del Presidente de la República, vuelve y juega la indignación y la rabia de todos por la corrupción. Pero más allá de la irritación en redes sociales y las decisiones de la Presidencia de retirar del cargo al asesor para que responda, me pregunto: ¿hasta dónde llegaremos como sociedad en evitar, ignorar y omitir la ética como parte fundamental de todas nuestras acciones tanto públicas como privadas?

Leo el caso de la señora Karen Liseth Vaquiro quien, en cuestión de meses se convirtió en contratista de más de quince entidades del Estado. Desde enero de 2020, ha firmado 24 contratos con el Estado que suman 1.245 millones de pesos. Me pregunto las motivaciones personales de ella y su esposo, una pareja joven con educación universitaria, qué los llevaron a actuar de la forma como actuaron: ignorancia? Ingenuidad? Crueldad, ambición? Y como ellos, seguro existen y han existido cientos de actuaciones de funcionarios del estado colombiano y de empresas privadas, que llevados por sus motivaciones y los factores del sistema que facilitan las prácticas corruptas a lo denominado por filósofos expertos en el tema como CEGUERA ÉTICA.

Esta ceguera es un producto de un conjunto de factores a los cuales nos hemos negado a abordar como sociedad y lo más triste es que en las nuevas generaciones, en quienes en todas las sociedades se pone la esperanza, pareciera crecer como si no hubiera conciencia del daño que produce.

La responsabilidad es inmensa, o cambiamos tomamos en serio la educación ética en colegios, el ejemplo de actuaciones éticas de padres a hijos, la información de noticias por parte de los medios de comunicación, reforma de sistemas políticos y actualización de mecanismos de contratación, o el nivel al nivel de descomposición al que podremos llegar no tendrá fin.

*Politóloga.