Peleas, discusiones... que valgan la pena
En casi todos los escenarios de la vida nos montamos permanentemente en peleas que no aportan al grado de irritabilidad en el que vivimos.
06:00 a. m.
@CaroFierroVal en Twitter*
La polémica entre J Balvin y el cantante Residente no solo es entre ellos sino entre miles de seguidores que toman posición a favor de alguno de los dos traspasando en muchos casos los límites del respeto y la decencia en las redes sociales.
Los pre-candidatos a la Presidencia de la República Alejandro Gaviria y Federico Gutiérrez protagonizaron otra discusión la semana pasada en cuanto a las acusaciones de Gaviria a Gutiérrez porque según él se ha movido a la derecha a lo cual Gaviria le responde calificándolo de incoherente.
La pelea eterna entre los expresidentes Andrés Pastrana y Ernesto Samper revivió en las últimas semanas y además se subió al ring Juan Manuel Santos en donde todos se acusan entre ellos y se inculpan mutuamente de comportamientos no dignos de quienes fueron presidentes de Colombia.
Y así en casi todos los escenarios de la vida nos montamos permanentemente en peleas, disputas y discusiones que no aportan al grado de irritabilidad en el que vivimos. Es claro que discutir y argumentar con el contrario es provechoso, saber oir y debatir con altura no solo es necesario si no que de las grandes controversias pueden salir grandes acuerdos positivos para las partes.
Otra cosa es pelear por pelear, llevar al público debates insulsos que no aportan a una sociedad, por eso hay que saber sobre qué y con quién controvertir y cuestionar. Ahora que estamos cada vez más cerca al inicio formal de las campañas políticas, urge un debate de altura, claro y con ideas, pero sobretodo que se aborden los verdaderos temas importantes del país.
No solo los problemas, porque en política plantear una solución al problema es relativamente sencillo, sino debatir los temas actuales que nos están demandando inteligencia, sabiduría e imaginación.
Por esto, las peleas pobres de temas superficiales o triviales no contribuyen a que la sociedad avance y está en nuestras manos exigirnos a nosotros mismos un debate de mayor nivel para todos los temas del país.
*Politóloga
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