Evitar feminicidios: en Colombia, un sendero con interrogantes, sin respuestas efectivas

En el fin de semana del Día de la Madre cuatro mujeres fueron asesinadas por sus parejas: Érika Aponte, Gloria Domínguez, Merly Andrea Rengifo y Mayra Romero.


Default Author

Katheryne Ávila

mayo 21 de 2023
02:38 p. m.
Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

Érika fue atacada en su lugar de trabajo por el padre de su hijo de 8 años, que la asesinó con arma de fuego y luego se suicidó con un impacto en la cabeza. No era la primera vez que la buscaba y amenazaba de muerte. Gloria fue apuñalada con arma cortopunzante por su marido, delante de sus dos hijas de 9 y 14 años. Ella ya le había pedido que se fuera de la casa, pero él se negaba. Merly fue asesinada con una cuchilla de afeitar mientras visitaba en la cárcel a su pareja, que pagaba una condena de 34 años por un feminicidio.

Este delito traspasa las fronteras. Otra colombiana de 28 años, originaria del Meta, fue estrangulada por su novio en Estados Unidos. Se llamaba Mayra. El reporte de Medicina Legal reveló que no era la primera vez que sufría agresiones físicas, algo que sus propios vecinos confirmaron, pues, aunque escucharon la fuerte discusión de la pareja, no le prestaron suficiente atención porque era una situación diaria. Todos estos casos tienen algo en común: son tragedias anunciadas. Había antecedentes, golpes, peleas o amenazas previas.

Pero ellas no son las únicas. De acuerdo con cifras de la Policía Nacional, en solo cinco meses de 2023, 53 mujeres han sido víctimas de feminicidio. Es decir, más de diez por mes.

Preocupan las respuestas ante estos delitos. Es verdad que las líneas de atención y las leyes existen, pero ambas son medidas que aplican cuando el feminicidio está a punto de ocurrir o cuando ya ocurrió. La pregunta es: ¿qué estamos haciendo para prevenirlo? ¿Acaso hay cátedras en las escuelas para educar a hombres y mujeres sobre este delito, sus causas y consecuencias?, ¿quién en su colegio vio alguna clase que promoviera la equidad de género?, ¿hay espacios en las empresas para educar a los trabajadores al respecto?, ¿qué universidad ofrece algo más que charlas ocasionales sobre el tema? Y, finalmente,¿qué hacen el Estado y las alcaldías para evitar que un hombre sea un potencial feminicida?

“Si quieren cometer el asesinato lo van a cometer”

Adriana Cely, de la Secretaría de la Mujer, asegura que desde alcaldías y centros médicos se toman algunas medidas. ¿Sabían que hay una línea de atención llamada ‘Calma’ dispuesta para que posibles victimarios acudan? Pues existe, pero en qué momento un feminicida llama para usarla. También hay terapias de pareja, el problema es que no son más de siete u ocho citas las que brinda el sistema de salud. Y después de eso las mujeres tienen que volver a casa con sus agresores. Tal vez hay algunas estrategias que buscan evitar el feminicidio, pero ¿son efectivas?  

El asunto es que el enfoque que la sociedad colombiana le da a enfrentar el feminicidio está basado en actuar cuando sucede, pero ¿no será mejor comenzar a trabajar para que no ocurra? Claro que se necesitan leyes que castiguen al agresor, líneas de atención que apoyen, acompañen y alerten a una mujer en peligro de feminicidio o violencias. Efectivamente, las casas de refugio o las medidas de alejamiento son una alternativa para proteger, pero lo dijo la secretaria de la Mujer: “agresores como estos llegan, se deciden y si quieren cometer el asesinato lo van a cometer”. Y entonces la vida de una persona pasa a ser decisión de otro en un segundo, y no hay ley, estrategia, ni pena que lo evite.  

No es una fórmula mágica y mucho menos rápida, los feminicidios acompañan la historia de la humanidad, aunque el delito se ha llamado de diferentes formas. El término fue utilizado por primera vez en 1970, pero antes de esta fecha millones de mujeres fueron asesinadas por ser mujeres. Lo cierto es que hay que empezar a pensar en acciones que estén basadas en la educación, el acompañamiento, pero, sobre todo, la visión de que las medidas no solo deben ser enfocadas en las mujeres: las que deben dejar su hogar para irse a una casa refugio, o aprender defensa personal para evitar la violencia. Por la realidad en la que vivimos nos vemos obligadas a “prepararnos” para tipo de situaciones, pero la atención debe estar sobre los victimarios y las medidas también. 

¿Y los padres qué, señores? 

Es muy triste que una mujer tenga que educarse para identificar a un hombre potencialmente peligroso, en vez de que ese hombre se eduque para no serlo. Pero indigna aún más que las respuestas ante estos crímenes terminen en comentarios en los que les piden encarecidamente a las madres que formen “bien a sus hijos” para que no terminen asesinando a otras mujeres. ¿Y los padres qué, señores? 

¿Por qué la responsabilidad de un feminicidio siempre recae en el mismo lugar? Las mujeres. Cuando no es culpa de una mujer porque “fue infiel, se metió con quien no debía o se puso una prenda provocativa”, entonces es culpa de otra porque no educó bien a su hijo. Que un hombre no se convierta en un feminicida no es responsabilidad exclusiva de una madre, lo es de toda la sociedad. De las instituciones que, claro, comienzan en la familia, que no solo es mamá, sino también papá, hermanos y hermanas. Pero también de los colegios, las universidades, los entornos laborales, sociales y el Estado. Esto es un problema compartido con cargas iguales. La pregunta entonces es: ¿qué estamos haciendo mal nosotros como sociedad? No ellas como mujeres.

Lo dijo Adriana Cely, una colombiana que conoce el feminicidio muy de cerca: puede que haya acciones para prevenir, pero falta. Falta que la salud mental de los agresores también sea un tema para tratar, falta que el Ministerio de Educación plantee una cátedra de género obligatoria en los colegios, “que ayudaría a trabajar con los niños y niñas en un tiempo amplio, todo este tema de los feminicidios. Y a seguir formando a los adultos. Construir con las nuevas masculinidades”. Y falta también que la ley contemple a las otras víctimas del feminicidio, de las que no se habla y las que no se ven. 

Los huérfanos del feminicidio: Adriana Cely 

77 niños han quedado huérfanos este año por cuenta de asesinatos a sus madres. El caso de Erika Aponte es aterrador porque su hijo de 8 años se quedó sin papá y mamá en un mismo día. Y las niñas de 9 y 14 años que presenciaron el asesinato de su madre también ahora carecen de un hogar y viven en una casa del Estado.

La ley no contempla qué hacer con estos niños, cómo prevenir que se queden en su propia tragedia. “No existe. Supuestamente, las entidades tienen responsabilidades y deben garantizarles a los niños que sigan estudiando en colegios públicos y tengan asesoría psicosocial, pero no la hacen o simplemente les dan ingreso a cualquier institución. A mi sobrina le dieron cupo en el colegio de mi hermana (Rosa Elvira Cely)", cuenta Adriana.  

Se necesitan “acciones afirmativas, garantizarles a estos niños una educación que valga la pena, en donde tengan la posibilidad de tener acompañamiento y oportunidad de entrar a la universidad. Deben tener beneficios reales, con un presupuesto destinado por el Estado para protegerlos; contar con acompañamiento psicosocial para menores de edad, y garantizar que los cuidadores de estos pequeños tengan las condiciones económicas para brindarles una buena vida". Adriana Cely trabaja en un proyecto de ley para los huérfanos del feminicidio, con el que busca responder a este gran vacío legal. 

Las últimas palabras de Érika Aponte, cuando llamó a la Comisaría de Soacha para pedir ayuda, fueron:“espero que con esta denuncia la Policía pueda protegerme. Le tengo mucho miedo a Cristian”. A ella todo le falló. Pero ¿saben que es lo peor? Que solo en Bogotá hay 2.300 mujeres en riesgo de feminicidio, con ese mismo miedo, pero también con la esperanza de que las autoridades las protejan, que la sociedad las cuide y que un hombre, que es quien parece toma al final la decisión, les perdone la vida

Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN Google News Síguenos en Google News

Otras Noticias

Álvaro Montero le 'lanzó un dardo' a Junior de Barranquilla Liga BetPlay

"Junior no fue leal con el fútbol": Álvaro Montero le dejó un recado al 'tiburón'

"Tienes que respetar el juego; jugadores creyéndose más que todo el mundo, no", señaló el arquero de Millonarios, tras el polémico duelo contra Junior.

EPM advierte que bloqueos afectarían las operaciones de energía en el país Hidroituango

Bloqueo del acceso a Hidroituango aumenta riesgo de racionamiento de energía en Colombia

Habitantes de Toledo cerraron el ingreso fluvial y terrestre a la hidroeléctrica exigiendo obras de infraestructura.


¿La IA mejorará la atención en los consultorios médicos?

Juan Guilera, actor de Rojo Carmesí: "Requiere de mucha valentía irse de tu país a trabajar en otro"

Resultado loterías de Manizales, Valle y Meta del 17 de abril