Soy taurino: la libertad y el respeto es un camino a la paz en Colombia

La fiesta taurina ha ganado en el Congreso de la República una de sus tantas batallas libradas en defensa del arte y la cultura. La constante presencia de toreros, ganaderos, subalternos y aficionados hicieron que un proyecto de ley presentado en la Cámara de Representantes por el congresista antitaurino Juan Carlos Lozada, se hundiera por mayoría de votación de los amantes de la tauromaquia en esa célula legislativa. 

Para esa victoria fue necesario desde hace 8 años exponer argumentos de todas aquellas personas que toda la vida han vivido y sostenido sus familias del toro en las grandes ferias y la provincia. El constante cabildeo presidido por el diestro gitanillo de América y otros de la tauromaquia, hizo que con argumentos sólidos se ganara esta gran gesta ante los antitaurinos en el Congreso. Visitas a ganaderías, marchas, seminarios y conferencias hicieron que triunfara la razón sobre aquellos enemigos de la tauromaquia.

Con el hundimiento de este proyecto atentatorio contra el trabajo y la festividad, sigue vigente la Ley 916 que contempla la Constitución Nacional en beneficio de las más llamadas minorías, porque las corridas de toros son la alegría de cualquier feria en los pueblos y ciudades de Colombia.

Este triunfo de toreros, ganaderos, novilleros, subalternos y afición seguirá vigente en el país, y los alcaldes deben ser guardianes de ella y no colocar obstáculos para las corridas de toros. Colombia con tradición taurina, al igual que España, México, Portugal, Francia, Perú y Ecuador, entre otras naciones, saldrán siempre adelante y pese a muchos obstáculos seguirán disfrutando de la fiesta brava.

Estamos seguros los taurinos que otros proyectos en el Senado tendrán la misma suerte del que fue negado en la Cámara porque existe un buen ambiente para la cultura y el arte en toda Colombia.