Las heroínas
Esta hazaña también debería servir para impulsar la industria del fútbol femenino, atrayendo más patrocinadores, más televisión y más público.
08:03 a. m.
Hace pocas horas, la Selección Colombia femenina terminó su participación en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Tras llegar a cuartos de final y caer ante Inglaterra 2-1, el equipo de mujeres igualó el récord de la selección masculina de 2014, que llegó a esa misma instancia.
Este es un logro épico. Ni la más entusiasta de las feministas del siglo XX habría imaginado a los colombianos madrugando masivamente para hacerle fuerza a un equipo nacional de mujeres. El fútbol era cosa de hombres. Hinchas hombres, jugadores hombres. Gracias a estas y muchas otras heroínas que han forjado el fútbol femenino contra viento y marea (y en especial, contra su propia dirigencia), la cosa cambió para siempre.
Hay datos que exaltan la dimensión de este logro: la liga de fútbol masculino arrancó en 1948. Tardamos 14 años en llegar a un mundial (Chile 1962) y 66 en lograr nuestra mejor participación (Brasil 2014). En el caso de las mujeres, Colombia va a mundiales desde 2011, la liga arrancó en 2017 y este logro llegó solo 6 años después. En cuanto a juveniles, las mujeres tienen el récord de haber llegado más lejos en competiciones mundialistas, con la participación de Colombia sub-17, que fue subcampeona en India el año pasado. En materia de clubes, tuvieron que jugarse 30 ediciones de la Copa Libertadores masculina para que un equipo colombiano (Atlético Nacional, 1989) fuera campeón. Atlético Huila femenino (2018) se coronó campeón en la décima edición.
No digo esto para subestimar el fútbol masculino colombiano. Este país le debe alegrías inolvidables a Valderrama, Asprilla, Rincón, James y Falcao, entre otros. Pero es aleccionador que estemos consiguiendo tantos resultados en un frente al que la mayoría dirigentes le han apostado tan poco. Los antecedentes de represalias, vetos, incumplimientos en premios, tiquetes y uniformes a cargo de jugadoras, entre otros, hoy solo le dan más brillo al éxito rotundo de estas heroínas. Ojalá esta lección de dignidad sirva para que la dirigencia del fútbol colombiano cambie el chip.
Esta hazaña también debería servir para impulsar la industria del fútbol femenino, atrayendo más patrocinadores, más televisión y más público. Las diferencias en números siguen siendo abismales. Por ejemplo, mientras Linda Caicedo fue fichada por el Real Madrid a sus 18 años por 2,5 millones de euros, Julián Quiñones (26 años) acaba de pasar del Atlas al América de México por 9,1 millones. Y Lucho Díaz se cotiza en 75 millones.
Finalmente, los logros de estas heroínas deberían inspirarnos para enfrentar pendientes estructurales en materia de equidad de género. Dejo algunas perlas:
- Para el trimestre marzo – mayo 2023, la tasa de desempleo de mujeres fue de 13,4%, versus 8,2% de hombres (Dane).
- En promedio, las mujeres ganan $70.000 mensuales menos que los hombres (Dane), pese a tener una mayor participación en la educación superior.
- Cada 28 horas, una mujer es víctima de feminicidio en Colombia (Observatorio Colombiano de Feminicidios).
El mayor poder de las súper heroínas de la Selección Colombia tal vez no sea meter goles. Creo que es el de inspirarnos para conseguir mucho con muy poco y para construir un país más amable, más seguro y más igualitario para las mujeres colombianas.
@lopezjosedaniel
Director ejecutivo de Alianza In