El daño que nos han hecho las redes sociales | Por: Maritza Aristizábal
Escudados a veces en el anonimato, hay a quienes no les importa acabar con el nombre, la dignidad y hasta la vida de otros.
12:50 a. m.
Por: Maritza Aristizábal*
@Maryaristizabal en Twitter
Quiero arrancar esta columna invitándolos a una reflexión, ¿Qué les ha aportado las redes sociales? Hagan un balance. Y es que mucho me temo que las redes sociales en vez de construir eso, redes sociales, han desbaratado el tejido de muchas sociedades, han deteriorado el espíritu armónico y empático de los seres humanos.
Son ese espacio invisible e infinito donde hacemos catarsis de todos nuestros odios. Escudados a veces en el anonimato, hay a quienes no les importa acabar con el nombre, la dignidad y hasta la vida de otros.
Vamos a recapitular. Hasta que la cuenta iba en Facebook, el saldo todavía parecía positivo… quién no logró conectarse de nuevo con amigos de la infancia, buscándolos en esa red social donde aparecían todos.
Conocí el caso de jóvenes adoptados que incluso encontraron su familia biológica. También el de parejas que se conocieron por allí, se casaron y hoy son felices. Es que Facebook llegó primero que el mismo WhatsApp, recordemos. Era la forma de estar en contacto con amigos gratis, tenías acceso a hablar con ellos y además podías seguir sus fotos.
Pero después llegó twitter. Que sí, es la democratización de la opinión, ahora quien tiene algo que decir tiene una tribuna donde expresarse y llegar a todo el mundo. Contado así, ¿qué de malo podría tener esa red social?
También nos llegó Tik tok e Instagram. Son las redes más blancas de todas; en la primera, videos cortos divertidos para pasar el rato. Y en la otra, no solo se encuentran imágenes sino algo que es mucho más novedoso, se pueden hacer transmisiones en vivo para que el resto del mundo, incluso más de dos personas, puedan estar al mismo tiempo y conectarse con otras personas. Eso hoy parece de trámite, pero la verdad es que hace algunos años era imposible.
Todo eso es lo bueno. Pero por arte de magia --o del paso de la mano del hombre-- Facebook se convirtió en el principal reproductor de noticias falsas.
Twitter resultó en la cloaca en donde se arman bodegas de desprestigio. Tik tok es la red donde hay retos virales y a veces hasta suicidas, e Instagram es quizá el espacio donde muchos son lo que quisieran ser, pero no lo que realmente son. Una red social, de puesta en escena, que ha generado múltiples problemas emocionales por la competencia de un like.
Las redes tienen miles de cosas buenas, muchas que pueden afectarnos positivamente como individuos. El problema es que hemos encontrado la forma de potenciar las cosas negativas y dejar que todas ellas caigan como traste sobre la sociedad para que --de a pocos-- nos vayan destruyendo.
*Periodista y presentadora de Noticias RCN