Europa se rearma
El panorama actual es crítico para Ucrania, Europa y el mundo.
09:49 a. m.
Europa ha comenzado un plan de rearme estratégico. Así lo manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien declaró que el objetivo de la Unión Europea es una reestructuración de sus capacidades militares y de defensa.
Cabe recordar que, tras la Segunda Guerra Mundial, se construyó un pacto de defensa colectiva llamado la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un acuerdo vigente cuyo principio fundamental establece que, si uno de sus miembros es atacado, todos responderán como uno solo. Este pacto fue la base de la defensa estratégica de Europa y Estados Unidos frente a la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Durante décadas, Europa cedió gran parte de sus capacidades militares y de defensa a la OTAN y, en particular, a Estados Unidos.
Sin embargo, todo cambió en los últimos años con dos momentos decisivos. El primero fue cuando Vladimir Putin atacó Ucrania, reactivando una guerra en territorio europeo. Las tensiones se hicieron inminentes, y Europa observó con asombro cómo soldados, tanques y aviones regresaban a los campos de batalla en imágenes que parecían sacadas de los libros y películas sobre la Segunda Guerra Mundial.
Frente a esta nueva amenaza rusa, Europa y Estados Unidos hicieron un frente común, fortalecieron la OTAN y permanecieron atentos ante cualquier intento de agresión. La Unión Europea contuvo la respiración, pero sentía el respaldo de su aliado estratégico, Estados Unidos.
El segundo momento de cambio llegó con la llegada de Donald Trump al poder y el giro radical en la política exterior estadounidense. Delegados de Trump y Putin se reunieron en Arabia Saudita para diseñar un supuesto "plan de paz" para Ucrania, que en realidad era una estrategia para extraer los recursos naturales ucranianos y repartirse el territorio y el dinero. En dicha reunión, no hubo un solo representante de la Unión Europea ni del gobierno de Volodímir Zelensky. En la mesa de negociaciones, simplemente se estaban repartiendo territorios y recursos de Ucrania entre Estados Unidos y Rusia.
Ante este escenario, Zelensky se reunió con Trump en la Casa Blanca, y el encuentro terminó en una discusión pública entre ambos presidentes. Finalmente, el líder ucraniano salió de la reunión de manera poco decorosa. Como respuesta a esta crisis, Europa convocó a jefes de Estado de la Unión Europea a una reunión de urgencia para planificar el futuro de Ucrania, la OTAN y la Unión Europea.
La administración de Trump, en represalia por el apoyo europeo a Zelensky, anunció de manera unilateral la cancelación de cualquier tipo de ayuda militar o económica a Ucrania. Este fue un golpe devastador para el país, que había logrado sostenerse en la guerra gracias a la cooperación estadounidense. La situación se tornó tan grave que Zelensky llegó a declarar que Ucrania aceptaría la explotación de sus minerales por parte de Estados Unidos con tal de no perder el apoyo militar.
El panorama actual es crítico para Ucrania, Europa y el mundo. Estamos ante la legitimación de una política imperialista, en la que, mediante el uso de la fuerza militar y económica, un país poderoso puede invadir a otro, apropiarse de su territorio, extraer sus recursos y doblegar a su población, violando toda la legislación internacional.
Nos enfrentamos a la claudicación del derecho internacional ante la simple imposición de la violencia por parte del más poderoso. Como sociedad, creíamos haber aprendido la lección de la Segunda Guerra Mundial, cerrando filas ante caudillos y dictadores, pero las acciones de Trump y Putin nos han devuelto al pasado.