Plan de Trump para expulsar palestinos está tomando forma
El plan propuesto por Trump requiere que países estén dispuestos a recibir a 2,4 millones de palestinos que serían expulsados.
04:06 p. m.
El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, manifestó en el Parlamento israelí que este plan está tomando forma con acciones en curso y en coordinación con la administración estadounidense. Agregó que se está preparando la conformación de un organismo para supervisar el desplazamiento de los palestinos.
El plan propuesto por Trump requiere que países estén dispuestos a recibir a 2,4 millones de palestinos que serían expulsados. El funcionario israelí agregó: “Para que se haga una idea, si expulsamos a 10.000 personas al día, siete días a la semana, tardaremos seis meses. Si expulsamos a 5.000 personas al día, tardaremos un año”.
Las declaraciones del funcionario israelí se dan en el contexto del plan del presidente de Estados Unidos, denominado La Riviera de Medio Oriente, que consiste en la expulsión sistemática de los gazatíes de su territorio para construir un complejo turístico. Esta propuesta ha sido rechazada por la comunidad internacional, especialmente por Egipto y Jordania, los países que Trump propuso para recibir a los palestinos expulsados.
Egipto manifestó que no está interesado en permitir la expulsión de los gazatíes, mientras que el rey de Jordania dijo que su país podría recibir a 2.000 niños palestinos heridos. A pesar de esto, Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, siguen presionando para conseguir un consenso dentro del mundo árabe para la expulsión de los palestinos.
En este momento, estamos ante el riesgo de que se avale y permita el exterminio de un pueblo, lo que abriría una puerta muy peligrosa, ya que cualquier país podría invadir a otro y, con el poder militar y económico, pretender su exterminio, tal como sucedió en la Segunda Guerra Mundial. Tanto Israel como Estados Unidos han venido construyendo una narrativa en la que no se permite hablar del genocidio en Gaza ni de los palestinos asesinados, de los cuales son más de 16.000 son niños. Están intentando justificar estos crímenes bajo el concepto de “daño colateral”.
Esta narrativa no solo se construye en el sistema internacional, sino que también se refleja en Colombia. Días atrás, en una prestigiosa emisora, durante su programa de la mañana, entrevistaron al portavoz militar israelí, quien justificó el genocidio con afirmaciones como que Israel respeta el derecho internacional humanitario, distingue entre combatientes y no combatientes, y actúa dentro de un marco de legalidad. Sin embargo, ninguno de los periodistas lo contra interrogó ni cuestionó sus afirmaciones.
Curiosamente, en estos días, una periodista de la misma emisora viajó a Israel para realizar notas en las que no cuestiona en absoluto el genocidio contra el pueblo palestino, no menciona el asesinato de 16.000 niños ni critica el plan para expulsar a 2.600.000 personas de sus hogares en lo que constituye una limpieza étnica sin precedentes en la historia reciente del mundo, ante todo esto total silencio, recuerdo las palabras del gran reportero de guerra, Ryszard Kapuściński, cuando dijo "cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante".