Tenían fachada de zapatería, pero fabricaban armas para bandas: así cayeron dos hermanos mayores
Montaron un negocio ilegal de fabricación, modificación y alquiler de armas para grupos criminales.
Noticias RCN
04:52 p. m.
Un operativo realizado por la Policía permitió desmantelar una estructura ilegal que operaba desde una vivienda ubicada en el barrio Gaitán.
Lo que aparentaba ser un taller de calzado resultó ser una fachada: en el lugar funcionaba una armería clandestina en la que se fabricaban armas artesanales, se modificaban pistolas y se alquilaban a bandas delincuenciales que operan en el área metropolitana.
Los implicados son dos hermanos, Wilmer Albeiro y Nelson Díaz, quienes eran conocidos por los vecinos como zapateros.
Descubren negocio familiar en donde fabricaban armas artesanales: así funcionaba
La investigación duró al menos tres meses y se desarrolló bajo estricta reserva. Agentes de la Policía Nacional, en coordinación con la Fiscalía, recopilaron información a través de seguimientos y reportes entregados por habitantes del sector, que notaron movimientos sospechosos en la vivienda de los hermanos.
Finalmente, en las últimas horas, se llevó a cabo una diligencia de allanamiento y registro en el inmueble.
Allí, los uniformados encontraron partes de cuatro armas de fuego ilegales, un silenciador y múltiples elementos utilizados para la fabricación de armamento artesanal.
¿Qué encontraron al interior de la viviendo de los hermanos?
El coronel Édgar Correa, subcomandante de la Policía, confirmó los resultados del procedimiento:
Posterior a varios meses de seguimiento y de informaciones aportadas por la comunidad, se logró mediante diligencias de allanamiento y registro realizar la captura de estas dos personas, quienes al interior de esta vivienda contenían unos elementos de cuatro armas ilegales, un silenciador y elementos para la fabricación de armas de carácter ilegal.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, dentro del inmueble funcionaba una verdadera armería ilegal.
El sitio contaba con herramientas de precisión, repuestos de armas, y una zona acondicionada para ensamblar, modificar y probar los artefactos antes de entregarlos.
Las armas no solo eran vendidas, sino que también se alquilaban de manera temporal a bandas criminales que necesitaban usarlas para cometer delitos.
En dicha residencia funcionaba una armería ilegal donde los grupos criminales que funcionan en la ciudad se acercaban para adquirir estas armas
Según las investigaciones, los delincuentes preferían alquilar el armamento para evitar rastreos y poder reutilizarlo en diferentes acciones delictivas sin dejar mayores huellas.

