Difamar a aliados del proceso de paz, objetivo del hacker

Entre los centenares de fotografías, correos electrónicos y copias de conversaciones, las agendas encontradas en la oficina del hacker Sepúlveda se han convertido en valiosa evidencia para reconstruir la forma cómo desde su oficina el espía armó toda una estructura de estrategia de desinformación, guerra sucia y negra, y desprestigio contra los opositores del candidato Óscar Iván Zuluaga y contra los amigos del proceso de paz, encabezados por el presidente Juan Manuel Santos y el fiscal general, Eduardo Montealegre.

Los hallazgos demuestran que Sepúlveda era el capitán de su propia nave. Estaba al tanto de todo lo que se hacía en su oficina. Programaba al detalle todas las operaciones que se filtraron por entre las redes.

En memorandos con apuntes a mano dejaba claro a sus empleados que el objetivo era tumbar el proceso de paz.

Contra el presidente Santos también creó cuentas atacando el proceso de paz. Miles de ellos fueron envidos por la red, con el claro mensaje de vincular al alcalde Gustavo Petro con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y a su vez con Santos. Lo que terminó llamándose el castrochavismo en Colombia.

Otro blanco preferido de su estrategia de desprestigio fue el excandidato Enrique Peñaloza, a quien por medio de cuentas falsas atacó vinculándolo con empresarios del cemento y haciéndolo ver como político elitista.

Aliados del gobierno Santos como los hermanos Galán Pachón también figuran en las agendas de la estrategia, mientras que al congresista Rodrigo Lara lo vincula con actos impropios y malos comportamientos en eventos públicos.

A Armando Benedetti lo tilda de traidor y según los hallazgos, en cuentas falsas lo relacionó con alcoholismo, drogadicción y maltrato a las mujeres.

Mientras tanto, a políticos como Roy Barreras los rotuló como lagartos y a otros como 'mermelados'.

En su estrategia también figuran anotaciones referidas al exvicepresidente Francisco Santos, a quien los escritos lo tildan de fracasado en todas sus labores, incluidas las políticas.

También hace mención a la familia del hermano del presidente de la República, destacando a su hermano Enrique Santos, de quien al parecer la oficina del hacker obtuvo información de sus amigos y hasta del personal de su seguridad.

Varias páginas de las agendas fueron dedicadas a anotar la lista de personajes a los que llamó amigos del proceso de paz, enemigos del mismo, políticos y periodistas aliados, al frente de cuyos nombres aparecen anotaciones de tareas encomendadas en medios de comunicación.

Algunas de las anotaciones que dejan entrever que el hacker y su oficina tenían la manera de incidir en las encuestas de opinión.

Por lo pronto, ya aceptó que todo lo hizo siguiendo instrucciones de sus superiores, aceptando que el objetivo era desprestigiar a los enemigos políticos y tumbar el proceso de paz.

Juan Carlos Giraldo/NoticiasRCN.com