La crítica realidad de las pistas en la selva colombiana
Araracuara tiene una pista aérea sin pavimentar, sin cercas y fue construida en piedrilla.
Noticias RCN
03:09 p. m.
Antes de llegar a la capital del Amazonas hay varias pistas en las que las aeronaves deben realizar arriesgados aterrizajes.
Partiendo de la capital, el primer destino es San Vicente del Caguán la famosa población en la que se llevaron a cabo los diálogos de paz en Colombia entre 1998 y 2002.
El aeropuerto de San Vicente del Caguán hace doce años sigue siendo el mismo hoy en día. Su estructura no ha cambiado significativamente.
El siguiente destino es Araracuara, en el departamento de Caquetá. En la pista de Araracuara construida en 1950 por los reclusos de la cárcel Colonial y agrícola del sur.
Cuando el penal despareció, la pista fue utilizada por el Ejército Nacional y actualmente es usada por la única aerolínea que opera en la zona.
"Es una pista critica para cualquier operación de la navegación aérea. Tiene aproximadamente 1.300 metros está construida en piedrilla", afirma el piloto de la aerolínea Satena, My. Pedro Vega.
Una pista llena de huecos y piedras que hacen casi inmanejable la aeronave sobre su terreno.
"Cuando esta húmeda es muy resbalosa, pero cuando esta seca desafortunadamente nos golpea la aeronave y los motores y la estructura se afecta", agrega Vega.
Sin demarcación o frecuencia que permita confirmar si otras aeronaves sobrevuelan la zona, los pilotos deben recurrir a una frecuencia internacional para conocer las condiciones de aterrizaje y despegue.
"Debemos pasar sobre la pista para saber que no haya personal que utiliza la vía como paso obligatorio a sectores donde viven", afirma Vega.
El siguiente destino es la Chorrera, un lugar en el que la pista de aterrizaje no presenta malas condiciones pero si problemas de estructura ya que al final de la pista hay una loma que obliga a los pilotos a sortear el equilibrio de las aeronaves.
Según la Aeronáutica civil, son pistas regionales y su mantenimiento es responsabilidad de los departamentos.
"Es una pista que no tiene pavimento, lo cual no quiere decir que la pista no sea operable porque debe tener unos estándares mínimos para garantizar la seguridad", asegura Roberto Pablo Silva, director de desarrollo aeronáutico de la Aeronáutica Civil.
En estos territorios ancestrales viven más de 17 pueblos indígenas a orillas de los ríos Guarino y Caquetá. El olvido y el abandono hacen que quienes los visitan lleguen en aterrizaje forzoso.
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