La historia de una madre ejemplar que luchó hasta el último día para que naciera su hijo

Toda madre está dispuesta a dar la vida por sus hijos. Ese es el caso de Lizeth Giraldo, una mujer ‘valiente’ que luchó hasta el último momento para dar a la luz a su pequeño que, en un principio, fue diagnosticado con hidrocefalia y problemas renales. 

“Mi proceso con Juan inició desde el segundo mes de embarazo. En la primera ecografía notaron algo raro, pero, por ser tan pequeño, no se sabía bien qué podía ser. En la segunda ecografía, casi a los cinco meses de embarazo, llegué al consultorio y me dijeron que era un niño con hidrocefalia, que tenía un problema renal y había que sacarlo”, señaló la mamá.

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Los médicos no le daban muchas esperanzas de vida al bebé, al ser un embarazo de alto riesgo, razón por la que Lizeth se aferró a ‘la voluntad de Dios’ ante la necesidad de sacar al feto de su vientre.  

“Intentaron desembarazarme. Yo nunca dije, sáquenlo. Yo dije, bueno diosito, que sea tu voluntad”, precisó. 

Y añadió: “Antes de que me pusieran el medicamento para desembarazarme, Juan empezó a golpear durísimo, yo cerré las piernas y dije ‘mis nervios están haciendo que él se mueva, Dios mío, no, no’”.

Como todo un ‘valiente’, Juan, que ahora tiene 13 años, se aferró a la vida. Contra todo pronóstico, el bebé nació sin complicaciones.

"Duré más o menos cuatro o cinco días en la clínica esperando el efecto del medicamento y nada, Juan siguió moviéndose y nada… Como quien dice ‘aquí estoy y aquí me quedo’”.  

“Llegó el momento de verlo, llegué a la sala de neonatos y me dicen ‘tu bebé está allí’, yo me voy como en el aire, ya es una realidad. Le dije a Dios ‘acepto esta misión con amor, dame la fuerza para seguir adelante’. “Yo me sorprendo, pero no por temor, sino porque él (Juan) nació siendo un niño normal. ¿Dónde está el niño de la cabeza gigante? ¿Dónde está el fenómeno?... Yo no creía que era mi hijo”.

Juan, el niño de 13 años que sueña con ser artista

Lizeth describe a su hijo como un niño alegre, que sueña con ser artista. Juan asiste al colegio, baila y canta. Es un niño feliz.

"Juan siempre ha sido un niño alegre, un niño feliz, un niño que le gusta vivir. Él me dice ‘mamita a mí me gusta vivir, yo quiero ser un gran artista’… Hoy por hoy, Juan habla, canta, baila, es coqueto, va a la escuela”, dijo la madre orgullosa.

"Juan es el reflejo de esa mamá valiente, de esa mamá pujante, de esa mamá que persevera, que no se queda quieta. Hay que correr el riesgo”, concluyó. 

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