Las tres fases que tendrá la reapertura de la vía antigua al Llano
La medida busca aliviar el represamiento de vehículos y mitigar las pérdidas económicas causadas por el cierre de la carretera.
Noticias RCN
02:43 p. m.
La tan esperada reapertura de la vía Bogotá–Villavicencio ya tiene fecha. A partir del lunes 15 de septiembre entrará en funcionamiento un plan de contingencia que permitirá habilitar el tránsito por el corredor de la variante antigua, entre los kilómetros K18+340 y K18+980.
La medida busca aliviar el represamiento de vehículos y mitigar las pérdidas económicas causadas por el cierre de la carretera, que ya supera los 50.000 millones de pesos. Sin embargo, la reactivación no será inmediata ni total: estará sujeta a las condiciones climáticas y se dará de manera escalonada en tres fases.
Así funcionará el plan para abrir vía antigua al Llano
En la primera etapa, solo podrán circular los vehículos que permanecen represados en Abasticos, El Uval y el Anillo Vial de Villavicencio, priorizando la movilidad local según listados entregados por las alcaldías.
En la segunda fase, se permitirá el paso de transporte público de pasajeros y carga pesada en dirección a las capitales. Finalmente, en la tercera fase se habilitará el tránsito para todos los vehículos, aunque bajo horarios definidos y según el comportamiento del tráfico durante los días iniciales.
La Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional será la encargada de los operativos de control, incluyendo la verificación de peso en la estación de pesaje de Alto de la Cruz. El objetivo es evitar que vehículos con sobrecarga deterioren aún más la superficie de la vía, mientras se avanza en su mejoramiento.
Restricciones y rutas alternas en el Llano
Durante las obras, no habrá paso continuo por la variante. Los trabajos se desarrollarán día y noche, lo que impedirá la circulación permanente hasta que se restablezca la normalidad.
Para la movilidad local habrá limitaciones para vehículos de carga de categorías V, VI y VII. Desde Bogotá solo se permitirá transporte de pasajeros hasta Chipaque, y desde Villavicencio hasta Cáqueza–Une.
Además, seguirán habilitadas las rutas alternas por la transversal del Sisga (con límite de 16 toneladas) y la transversal del Cusiana (hasta 28 toneladas), opciones viables para transporte liviano y de pasajeros, pero restringidas para carga más pesada.
El plan también contempla refuerzo en la seguridad, regulación estricta de horarios y monitoreo constante del flujo vehicular, con el fin de garantizar un tránsito más ordenado mientras se supera la emergencia.

