Paciente que buscó atención en tres centros médicos, murió 48 horas después en su casa

A Anzony Gómez Bonilla ningún médico en el municipio de Soacha, Cundinamarca, le creyó que su enfermedad requería atención de urgencia, exámenes de laboratorio y hospitalización.

Disney Bonilla es la mamá de Anzony, y vio cómo entre el 17 y el 23 de mayo, la salud de su hijo empeoraba mientras en la clínica San Luis y en el hospital Mario Yanguas le devolvían a su único hijo varón con 44 pastas de analgésicos, suero en polvo, un jarabe para la tos y dos días de incapacidad.

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Los únicos recuerdos que dejó Anzony antes de amanecer muerto en su cama 48 horas después de que en el hospital Mario Yanguas le dijeran que su caso no era una urgencia vital: un par de fotos junto a su sobrina, y cinco fotocopias de entrada y salida de consultas que no duraron más de media hora.

Ambos centros médicos le certificaron a la Secretaria de Salud de Soacha que al joven no se le negó la atención, sin embargo, la mamá y la hermana de Anzony están seguras que en su caso hubo negligencia tanto en la clínica San Luis como en el hospital Yanguas.

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Solo hasta dentro de dos meses sus familiares sabrán el diagnóstico de la enfermedad mortal con la que Anzony paseó durante una semana por toda Soacha.

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