Políticos, militares, Farc y periodistas, blancos de Sepúlveda

Entre sus objetivos figuran el exvicepresidente Francisco Santos, el senador Jimmy Chamorro, periodistas y  jefes de las Farc, entre otros. El famoso espía tenía en su poder mapas oficiales, informes reservados de las Fuerzas Militares, fotografías satelitales y algunas imágenes aparentemente captadas por aviones de Estados Unidos. En un archivo especial, guardaba la lista de 35 oficiales de la Policía, con sus respectivos teléfonos, entre ellos jefes de seguridad y conductores de ministros de Estado.

De los hallazgos en las memorias digitales en poder de Sepúlveda, queda claro que efectivamente desde su oficina interceptaron todas las cuentas en redes sociales al exvicepresidente Francisco Santos, incluso su correo personal y el oficial.

Según un pantallazo, lo primero que hicieron fue robarle todas las claves, las de twitter, Facebook, Instagram, las de su correo electrónico, así como la lista de todos sus contactos y seguidores.

Aparentemente, un tercer hacker le enviaba a Sepúlveda las contraseñas de Santos. Sepúlveda tuvo acceso a todas las comunicaciones de 'Pacho' Santos, incluso a mensajes que le enviaban personas interesadas en aportar dinero a su campaña.

Otra víctima del hacker fue el senador Jimmy Chamorro, antiguo aliado del uribismo, y quien al parecer fue espiado en momentos en que decidía si aceptaba ser cabeza de lista al Senado del partido de la U, como finalmente ocurrió.

Sepúlveda accedió a un correo, por medio del cual el senador le envió a su esposa, Zaidi Mora, las claves de todas sus cuentas electrónicas, Facebook, Twitter y de sus correos.

En el dossier también llama la atención conversaciones vía Twitter entre Óscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo, que al parecer sostuvieron cuando este último fue designado la formula vicepresidencial del uribismo.

Como se lo dijo al candidato Óscar Iván Zuluaga, efectivamente el hacker contaba con información privilegiada y fotografías satelitales, a juzgar por unas imágenes que aparecieron en sus archivos. Unas son fotos, otras coordenadas y otras relacionan mapas oficiales.

En ese mismo orden, figura un detallado informe de inteligencia de las Fuerzas Militares, con el rótulo de reservado. El documento oficial contiene basta información sobre la conformación de las Farc, sus frentes, su ubicación en el territorio nacional, el número de hombres y sus órdenes de lucha. Cada uno con su respectiva fotografía. Un informe igual hace referencia a las Bacrim y capos del narcotráfico.

También llama la atención una lista llamada 'Contactos Policía', de 35 oficiales de esa institución, con sus respectivos números telefónicos privados. Se destacan el de varios conductores de altos funcionarios y el del jefe de seguridad de un ministro de Estado. También aparecen viejos y recientes informes de inteligencia de la Policía y decretos e instructivos de la misma.

El hacker accedió a un banco de datos del Sisbén, del cual extrajo todo un directorio telefónico de usuarios. Estos nombres los cruzaba con archivos judiciales sobre antecedentes penales, para establecer si eran o no guerrilleros.

Con esta información procedía a interceptarlos, incluso seguirlos, según lo demostrarían unas fotografías tomadas a varios de ellos en su vivienda, trabajo o vehículo.

Unas conversaciones de Whatsapp probarían que el hacker interceptó también las cuentas de por lo menos dos de los delegados de las Farc en La Habana, uno de ellos 'Bernardo Salcedo', hablando de los planes que 'Iván Márquez' tenía al inicio de los diálogos de paz con el Gobierno Santos.

Un correo muestra un reporte que un jefe de las Farc envía a sus superiores, sobre un supuesto tráfico de armas y municiones.

Otro chat correspondería a una conversación entre dos guerrilleas, aparentemente hablando de Piedad Córdoba y sus gestiones de paz.

También hay un archivo en el que guardaba la lista de direcciones de correo electrónico y sus respectivas contraseñas de por lo menos 20 de los periodistas acreditados para cubrir el proceso de paz, la mayoría de ellos extranjeros. 

Sepúlveda accedió también a la base de datos del Comité Operativo de Dejación de Armas, lo que incluyó nombres y datos personales de guerrilleros desmovilizados y de sus familias.

Un chat con un supuesto teniente del Ejército identificado como Campos da a entender que el hacker recibía información sobre hechos de orden público, como en este caso el paro agrario que puso a tambalear al presidente Juan Manuel Santos.