Vendía dulces en los semáforos, pero ahora tiene un futuro prometedor en el modelaje

María Vásquez tiene 20 años y un niño de tres. Vende dulces en una calle de Medellín, ha sufrido desde que llegó de Venezuela, pero su futuro está a punto de mejorar, pues un reconocido fotógrafo la encontró y ahora empiezan a abrirse muchas puertas para ella y su pequeño.

“Mi nombre es María Vázquez, yo vengo de Venezuela, para ser exactos del estado de Sucre, y pues yo vine hasta acá con mi hijo de tres años, Samir, pues vinimos en busca de oportunidades, que en Venezuela por los momentos no tenemos”.

Samir heredó la mirada de su joven madre, María, quien, con 20 años, llegó a Medellín; esas oportunidades que faltan en su país, tampoco abundan allí.

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“Tengo ya un año y medio, pues no ha sido tan fácil, pero sí me he encontrado con buenas personas y he podido salir adelante un poco”.

Una de esas buenas personas es Mateo, un reconocido fotógrafo paisa.

“La abordamos, le mostramos quiénes éramos, le dijimos que si estaba dispuesta a dejarse regalar un book de fotografía para que de alguna manera se le abrieran más oportunidades en la vida”, expresó Mateo Londoño, fotógrafo.

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“A él ya yo lo había visto una vez que pasó, nos ayudó y luego a la próxima pasó, nos llamó y fue que me contó que quería hacer eso y yo: obvio, sí claro”, dijo María.

El día de las fotos llegó para María y Samir. Mateo y un equipo profesional estaban listos para sacar a la luz a estos nuevos modelos, todos concordaban en que tenían algo especial.

“Cuando Mate nos invitó a participar de este proyecto dijimos que sí sin conocer a María y a Samir, pero cuando llegamos a ese semáforo nos enamoramos”, Ángela y Martha Valderrama, productoras de fotografía.

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Los resultados hablaron por sí solos, con las fotografías en redes sociales las reacciones los sorprendieron.

“Estuvimos recibiendo ofertas de marcas importantes que quieren trabajar con ellos”, aseguró Mateo.

A María y Samir no solo se les abre una puerta al mundo de modelaje, sino a la ilusión de un futuro mejor.

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“Por lo que veo y que quiero, ojalá que todo siga como va y que sea algo bueno”, María.

“Pues el fin de todo esto es que ellos salgan del semáforo y que puedan tener todas las oportunidades que se merecen”, Mateo Londoño.

Y esta, que parece una historia sacada de película, en la que una joven triunfa en una gran ciudad, es real. Ella aguarda con emoción a que sigan llegando propuestas como las que están sobre la mesa.