‘JuanFer’ confesó desilusionarse del Medellín en su nivel máximo: “Murió todo”
El mediocampista Juan Fernando Quintero confesó tener el escudo del DIM tatuado, pero también señaló que perdió todo su cariño por el club.

Noticias RCN
06:06 p. m.
El talentoso volante colombiano Juan Fernando Quintero sorprendió a muchos con unas declaraciones sin filtro durante una entrevista concedida a la periodista Eva Rey. El antioqueño, reconocido hincha del Deportivo Independiente Medellín desde su infancia, reveló que su vínculo emocional con el club se rompió de forma definitiva tras un amargo episodio vivido en el estadio Atanasio Girardot mientras defendía los colores del América de Cali.
“Yo soy hincha del Medellín, pero jugué el último partido con el América (en el Atanasio) y me insultó todo el estadio. No sabes la decepción que sentí, pero bueno, hace parte”, expresó el mediocampista con visible tristeza. Quintero, quien tiene el escudo del DIM tatuado en su cuerpo como símbolo de su amor por el equipo rojo de Antioquia, aseguró que ese día marcó un antes y un después en su historia como hincha.
Insultos personales apagaron su pasión por el DIM
Más allá de los abucheos habituales del fútbol, lo que hirió profundamente a Quintero fueron los insultos dirigidos a su madre, una situación que él calificó como “inaceptable” y que lo llevó a cerrar un capítulo muy personal en su vida: “Ese día me cambió el sentimiento porque me insultaron no solo a mí, sino a mi mamá. He llorado por el Medellín, todo el mundo sabe que soy hincha del DIM y que igual te traten mal... No me lo esperaba, pero tampoco me sorprende”.
El jugador, que ha construido una exitosa carrera tanto en Colombia como en el exterior, remató con una frase que dejó clara la herida emocional: “Tengo el escudo tatuado. Eso es ser hincha del Medellín, llorar y sufrir por el equipo cada vez que perdíamos, pero voy al estadio a que me insulten a mí y a mi madre… se acabó todo, murió todo”.
Las declaraciones de Quintero han generado un amplio debate en redes sociales entre hinchas que lamentan lo ocurrido y otros que defienden su reacción como una respuesta humana y comprensible. Lo cierto es que, para el ‘10’, el amor por el Medellín, ese que parecía eterno, llegó a su final en una noche que jamás olvidará.