Yílmar Velásquez contó la profecía de Rodallega en un asado íntimo "con unos tragos"
Yílmar Velásquez, pieza clave de Santa Fe campeón, reveló una íntima anécdota de un asado que hoy, con la copa en mano, cobra un significado sorprendente.
Noticias RCN
12:57 p. m.
El camino de Independiente Santa Fe hacia su décima estrella en la Liga BetPlay I-2025 estuvo lleno de momentos cruciales, pero quizás uno de los más curiosos se gestó lejos de las canchas, en una reunión informal del plantel.
Yílmar Velásquez, una de las piezas claves del mediocampo campeón, desveló una íntima anécdota que involucró a la figura del equipo, Hugo Rodallega, y una premonición que hoy, con la copa en mano, cobra un significado especial.
Velásquez, de 25 años, compartió con los medios de comunicación una "infidencia de vestuario" que se remonta a meses atrás.
Según su relato, durante un asado del equipo, con el ambiente relajado y "algunos tragos de por medio", Hugo Rodallega se acercó a él con una convicción asombrosa.
"Negrito, vamos a ser campeones", le afirmó Rodallega, una declaración que en ese momento Yílmar atribuyó al efecto de las bebidas. Sin embargo, el tiempo le daría la razón al experimentado delantero.
La infidencia de Yílmar Velásquez y Rodallega en un asado
La infidencia de Yílmar Velásquez sobre aquel asado reveló una faceta pocas veces vista del fútbol profesional: la conexión emocional y las visualizaciones que se gestan fuera del campo.
Este episodio subrayó cómo, incluso en la intimidad y con un tono distendido, la convicción de un líder puede calar hondo.
Yilmar Velásquez y Rodallega alcanzaron la décima estrella
Según Yílmar Velásquez, la visualización del equipo fue un factor recurrente y poderoso en el camino hacia el título.
Él mismo confesó haber visualizado su gol contra Atlético Nacional, un punto de inflexión en la campaña cardenal.
La coincidencia de que Hugo Rodallega también tuviera esta "visión" del campeonato y, posteriormente, marcara el gol decisivo en la final, refuerza la idea de una mentalidad ganadora que trascendía lo meramente táctico.
Estas revelaciones sugieren que, más allá del trabajo en cancha, hubo un componente psicológico y de convicción profunda dentro del plantel, donde las proyecciones positivas, incluso las surgidas en un asado informal, alimentaron el espíritu colectivo que finalmente los llevó a alzar la copa.


