El Schindler de la dictadura chilena
Jorge Schindler escondió en sus farmacias a varios perseguidos durante el régimen militar de Augusto Pinochet.

Noticias RCN
11:20 a. m.
Decenas de chilenos perseguidos por la dictadura de Augusto Pinochet trabajaron camuflados en las farmacias de un empresario comunista que, al igual que el alemán Oskar Schindler, expuso su vida para salvar las de otros.
El testimonio del osado empresario es narrado por primera vez en el libro "La lista del Schindler chileno", del periodista Manuel Salazar, que será presentado el viernes en un centro cultural de Santiago.
Tras el golpe de Pinochet el 11 de septiembre de 1973, Jorge Schindler, un militante del Partido Comunista (PC), decidió no escapar de Chile y quedarse para ayudar a sus compañeros perseguidos por los organismos de inteligencia de la dictadura.
Su historia y su apellido recuerdan inevitablemente al empresario alemán Oskar Schindler, quien salvó a más de mil judíos del Holocausto empleándolos en sus fábricas, e inspiró un libro y una premiada película dirigida por Steven Spielberg.
Como muchos, con la llegada de la dictadura -que se prolongó hasta 1990- el "Schindler chileno" fue despedido de su trabajo en una oficina estatal.
Formó entonces una sociedad con el farmacéutico Ramiro Ríos para abrir una farmacia que luego se transformaría en una red clandestina para darle trabajo a miembros de partidos de izquierda que apoyaron al presidente socialista Salvador Allende, muerto durante el golpe.
"Fue un asunto que nació por una necesidad de sobrevivencia. Con un farmacéutico decidimos montar una farmacia en la que diéramos trabajo a compañeros. Ayudamos a varios dirigentes comunistas que salvaron sus vidas", dijo Jorge Schindler, hoy con 75 años.
AFP