El sospechoso del atentado en una fábrica de Francia reconoció el crimen
Yassin Salhi rompió su silencio y narró a los investigadores cómo ocurrieron los hechos el día del ataque en una fábrica de gas industrial.
Noticias RCN
09:11 a. m.
Yassin Salhi, sospechoso de haber decapitado a su jefe el viernes en el centroeste de Francia, confesó ser el autor del asesinato momentos antes de ser trasladado a la sede policial antiterrorista en París.
Salhi, detenido el viernes en una planta de gas industrial cerca de la ciudad de Lyon, rompió su silencio y reveló a los investigadores lo ocurrido el día del ataque.
"También dio elementos sobre las circunstancias" del crimen, añadió una fuente cercana al caso, sin más precisiones.
El primer ministro francés, Manuel Valls, interrogado sobre este ataque y los dos atentados del mismo viernes en Túnez y Kuwait, aseguró este domingo que su país vive" bajo una amenaza terrorista muy importante" y que el combate contra el yihadismo "será largo".
"No se pueden exigir resultados inmediatamente", dijo Valls en una entrevista simultánea para varios medios franceses.
Según los investigadores, el sospechoso envió un selfie junto a la cabeza decapitada de su víctima a un número de teléfono canadiense. Sin embargo, se desconoce el destinatario y el número podría ser sólo un número de paso hacia otro teléfono.
Tanto las autoridades de Canadá como un grupo de investigadores franceses se encuentran estudiando el caso, el cual podría tener una conexión con Siria.
Según los últimos datos disponibles, al menos 473 personas que salieron de Francia se encuentran en las zonas que controla el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
La prisión preventiva para Salhi, que empezó el viernes por la noche en Lyon, puede durar hasta 96 horas antes de que pase a disposición judicial.
‘Modus operandi’ es similar al de Estado islámico
Los primeros resultados de la autopsia de la víctima Hervé Cornara no han permitido determinar las causas exactas de la muerte, como tampoco si estaba muerto cuando fue decapitado.
La cabeza apareció colgada en una verja de la fábrica de gas industrial en Saint-Quentin-Fallavier donde tuvo lugar el atentado y, según las autoridades, estaba rodeada de banderas con mensajes religiosos islámicos, un modus operandi similar al del Estado Islámico.
Salhi, de 35 años y padre de tres hijos, se presentó el viernes con una camioneta ante la fábrica de la compañía estadounidense Air Products. Luego lanzó su vehículo contra un hangar, provocando una explosión que no dejó heridos.
Después de esa primera explosión Yassin Salhi fue rápidamente detenido por los bomberos cuando al parecer intentaba provocar una segunda explosión.
Las autoridades francesas han reforzado la vigilancia en la región de Lyon, donde hay numerosas plantas químicas y tres centrales nucleares.
El primer ministro Manuel Valls, que acortó una visita a América del Sur tras el atentado, recordó que "la cuestión no es saber si habrá un nuevo atentado, sino cuándo".
En este sentido, el 85 por ciento de los franceses consideran que la amenaza terrorista en Francia es "alta", según un sondeo Ifop que publicó este domingo el Journal de Dimanche.
Fichado entre 2006 a 2008 por los servicios de inteligencia por su radicalización, Yassin Salhi, originario de Doubs que acababa de llegar a Saint-Priest, en las afueras de Lyon, fue fichado de nuevo entre 2011 y 2014 por sus vínculos con el movimiento salafista.
Se había radicalizado a principios de la década del 2000 tras su contacto con un hombre sospechoso de haber preparado junto a militantes de Al Qaida atentados en Indonesia.
AFP