Falleció el hombre que le salvó la vida a más de dos millones de australianos: ¿Cómo lo hizo?
Su nombre era James Harrison, pero lo conocían como ‘el hombre del brazo de oro’.

Noticias RCN
04:09 p. m.
La Australian Red Cross Lifeblood, rama de la Cruz Roja del país oceánico, informó el pasado 17 de febrero que falleció James Harrison, el hombre que salvó a más de dos millones de bebés.
James Harrison era conocido como ‘el hombre del brazo de oro’. Gracias a sus donaciones, 2.4 millones de bebés australianos pudieron vivir en óptimas condiciones. Los reportes indican que dio su sangre más de 1.100 veces.
Harrison donó sangre más de mil veces
Este hombre tenía una particularidad. Poseía en su cuerpo el anticuerpo Anti-D, el cual médicamente se le administra a las madres que tienen riesgo de perder a sus bebés por complicaciones en la sangre.
Harrison estuvo en el quirófano por una cirugía de pulmón cuando tenía 14 años. Tras superar esta situación, decidió ayudar a más personas.
Su primera donación se dio en 1954 cuando tenía 18 años. Hasta 2018, fue cada 15 días a cumplir con su propósito. Cumplidos los 81 años, Harrison no donó más. Su deceso se dio mientras dormía en Peninsula Village Nursing Home.
Harrison salvó a 2.4 millones de bebés
Tracey Mellowship, hija del ‘hombre del brazo de oro’ contó que su padre tenía muy buen humor: “Era un humanitario de corazón, pero también muy divertido”. Ella dijo que en sus últimos años de vida, Harrison se enorgulleció por ser bisabuelo en dos ocasiones.
Como beneficiario de Anti-D, él ha dejado atrás a una familia que tal vez no hubiera existido sin sus valiosas donaciones (…) Estaba muy orgulloso por haber salvado tantas vidas, sin ningún coste ni dolor.
A Harrison le gustaba saber que varias familias pudieron sobrevivir por su aporte. “Siempre decía que no duele y que la vida que salves podría ser la tuya”, declaró Mellowship.
El director de Lifeblood, Stephen Cornelissen, destacó la labor que hizo Harrison en vida, a quien calificó como “una persona extraordinaria, amable y generosa, que se comprometió a dedicar toda su vida a la donación”.
Cornelissen señaló que este hombre donó su sangre en 1.173 oportunidades sin esperar nada a cambio. Inclusive, no perdió la rutina cuando su esposa Barbara (también donante) falleció.
“Deja un legado increíble y tenía la esperanza de que algún día alguien en Australia superara su récord de donación”: Lifeblood y su director extendieron sus condolencias y le agradecieron a Harrison.