Un niño de 8 años se enfrenta a la pena de muerte por blasfemia en Pakistán

Un niño paquistaní de ocho años es acusado de cometer el grave delito de blasfemia, el cual es castigado con pena de muerte en el territorio. Se le culpa de haber orinado en la biblioteca de una escuela musulmana en donde se conservan textos religiosos.

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Para las autoridades, el niño cometió el grave delito de blasfemia, el cual está contemplado en el Código Penal paquistaní, sin duda es una norma que Amnistía Internacional considera “imprecisa, general y coercitiva”.

El niño actualmente se encuentra bajo custodia de protección tras quedar en libertad bajo fianza. Desde que el pequeño fue liberado, él y su familia han tenido que huir y esconderse.

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Al momento de ser liberado, fue vandalizado un templo hindú local por 80 manifestantes musulmanes que destruyeron las ventanas del edificio con barras de hierro, esto provocó que muchas familias hindúes huyeran de casa.

En Pakistán, es muy usual la discriminación contra las minorías religiosas, pues los musulmanes representan el 97% de la población, mientras que los hindúes solo representan el 2%, por esta razón, los ataques contra lugares de culto hindúes suelen ser muy frecuentes.

Rimmel Mohydin, el responsable de campañas de Amnistía para Asia Meridional, considera que este caso “supone una desviación de la ley escandalosa y extrema” y ha llamado a revertir los “cargos absurdos” contra el menor.

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De igual forma, Mohydin solicitó protección para el menor y su familia, como también para la comunidad hindú que está siendo blanco de violencia colectiva por parte de feligreses pertenecientes a otra creencia religiosa.

Por otro lado, este caso ha derivado ira por parte de la población local contra el gobierno al considerar someter a un niño de ocho años a la pena de muerte, del mismo modo, varias organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos, velan por el bienestar del pequeño.