Stephen John Port: el asesino que conocía jóvenes en “grinder” y logró burlar la ley

En la primera ocasión el asesino fue entrevistado por la policía durante dos días por la muerte de un jóven que, según sus declaraciones, había encontrado postrado frente a su puerta, con aspecto rígido, razón por la cual dio aviso a las autoridades y posteriormente se durmió.

Port dijo a los oficiales que tras dos encuentros sexuales, el joven se sentía cansado y decidió quedarse en su casa. A la mañana siguiente Port fue al trabajo y al regresar se metió en la cama, pero entró en pánico cuando encontró a Walgate muerto.

Lo llevó afuera y lo sentó al lado de sus pertenencias. Afirmaba que le preocupaba que, si Walgate estaba muerto, pensaran que él lo habría asesinado.

Después de admitir mentir a la policía, tomaron pruebas de su ADN, quedó en libertad y siguió buscando víctimas mediante la aplicación. 

Tiempo después, a finales del 2014, fueron encontrados dos jóvenes muertos con indicios de sobredosis de droga y recostados en el cementerio cercano a la casa de Port. Sin embargo, la  policía consideró que la muerte de los dos jóvenes identificados como Gabriel Kovari y Daniel Whitworth, no estaba relacionada con John Port. 

Una vez Port dejó los cuerpos en el cementerio,  se encargó de elaborar una nota suicida para que fuera encontrada junto con el cuerpo de los jóvenes Whitworth y Kovari. En la nota, uno de ellos parecía explicar lo que había sucedido. “Kovari había muerto después de tomar drogas durante las relaciones sexuales”, decía el papel, y Whitworth, quien acompañó a su Kovari durante el consumo “se sentía culpable y ahora quería acabar con su vida”. 

La policía local consideró que la nota no era sospechosa y por lo tanto no era necesario abrir una investigación por las particulares muertes. 

Un año más tarde, en septiembre de 2015, se encontró otro cuerpo, apoyado en el otro lado del muro del cementerio donde habían sido encontrados los cadáveres de los otros jóvenes.

De nuevo, era un joven homosexual, Jack Taylor, que había muerto de una sobredosis de drogas.

La verdad era que Port había matado a los cuatro hombres y engañado a las autoridades con un encubrimiento que, aunque elaborado, debería haber sido descubierto fácilmente.

Si los entes encargados de la investigación hubieran hecho su trabajo, se habrían dado cuenta de las búsquedas realizadas por Port, unos minutos después de contactar con el primer chico que asesinó. 

Port realizaba una serie de búsquedas en sitios web de Google y pornografía.

Algunos de los términos de búsqueda que usó ese día fueron: "niño dormido", "niños inconscientes", "drogado y violado", "tomar drogas de violación en citas", "adolescente gay noqueado violado" y "joven violado y torturado desnudo" chico".

Durante el juicio, La fiscalía dijo que los detectives no investigaron completamente los movimientos de los chicos en las horas previas a su muerte. Si lo hubieran hecho, los habría llevado a Stephen Port.

El 25 de noviembre de 2016, Port recibió una sentencia de cadena perpetua. 

La cobertura mediática de su arresto trajo a ocho hombres que describieron que fueron drogados, violados y agredidos sexualmente en el departamento de Port después de conocerlo en línea.

Defensores de los derechos de la comunidad LGBTI piensan que las fallas en la investigación solo pueden explicarse por la pobre comprensión de la vida de los hombres homosexuales, e incluso por los prejuicios: "Quizás, eso es lo que hacen los homosexuales'.