Estas son las últimas conversaciones de algunas de las víctimas del 11-S con sus familias

Las cintas de contestadoras automáticas, buzones de voz y centros de control empezaron a sumar minutos y minutos de grabaciones como estas, a las 8: 47 a.m. del 11 de septiembre luego del ataque a las torres gemelas en Nueva York. 

Estas son algunas de las llamadas conocidas por Noticias RCN: 

Llamada (((Stephen)))

- Mamá es Steven, mi avión, eh, mi edificio fue impactado por un avión y justo ahora, creo que estoy bien, estoy seguro ahora, pero está lleno de humo. Solo quería decirte lo mucho que te amo y llamaré cuando esté a salvo... Ok mamá, adiós.

Llamada (((Melissa)))

- Sean soy yo, solo quería hacerte saber que te amo, estoy atrapada en este edificio en Nueva York. Hay demasiado humo y solo quería hacerte saber que te amo siempre.

Muchas de estas grabaciones se oyeron por primera vez, días después cuando ya avanzaba la investigación. Y otras cuando sus destinatarios despertaron esa mañana o cuando volvieron a casa esa noche.

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Las despedidas alcanzaron a salir desde uno de los aviones secuestrados, desde decenas de oficinas destruidas en las torres y desde los radios de bomberos y policías. En cualquier caso el nivel de angustia que transmiten estremece.

Chistopher (((llamada 911))). 

- Estoy en el piso 106 del centro mundial de comercio, nosotros solo escuchamos una explosión.

- Operadora: ¿piso 106?

- Sí

- Tenemos humo y está bastante feo, no podemos bajar por las escaleras. Tenemos alrededor de cien personas aquí arriba. Puedo ver el humo que viene subiendo desde afuera de las ventanas.

- Operador: no se vaya, una explosión o algo ocurrió en el edificio, estoy viendo, permanezca en donde está. Hay ayuda en camino... 

- Por favor apúrense... 

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Otras familias ni siquiera escucharon el adiós. Familias de héroes como el bombero Orio Palmer que solo tienen como consuelo una comunicación con el centro de comando durante su frenético ascenso hacia los pisos impactados.

Las llamadas terminaron, las máquinas dejaron de registrar cualquier sonido distinto al estruendo del desplome pero guardaron sus voces, y estas estarán ahí para siempre.