Zoológico le amputa las garras a una leona para que juegue con los niños

Con 14 meses de edad, la leona Falestine mantiene sus colmillos. No obstante, el propietario del zoológico de Rafah, en la Franja de Gaza, la considera lo suficientemente dulce como para mantener contacto en el futuro con visitantes fuera de su jaula.

"Intento contener la agresividad de la leona y que sea amable con la gente", destaca el propietario, Mohamed Juma, de 53 años.

Esta iniciativa comenzó cuando el gran felino con pelaje castaño fue puesto brevemente ante la presencia de extraños, de manera cautelosa a cierta distancia, por primera vez desde que se le practicara una operación para amputarle sus garras hace dos semanas.

Esta prueba no disipó las preocupaciones sobre la seguridad futura de los visitantes, comenzando por los niños y el personal vinculado al cuidado y bienestar del animal.

Bajo la vigilante mirada del veterinario que la operó, los guardias del zoo jugaban con ella como si se tratara de una enorme mascota, en tanto los visitantes se mantenían apartados. 

Mientras que la operación ha sido criticada por una oenegé de defensa de los animales y su bienestar, el veterinario niega que fuera un acto de crueldad. Falestine "mantiene sus instintos", afirma. Razón de más para ser prudentes. Las garras habrán vuelto a crecer dentro de seis meses, advierte, y "un león no pierde su instinto de ataque". 

"Le cortamos las garras para enlentecer su crecimiento y que los visitantes, los niños sobre todo, puedan jugar con ella", señala Fayez al Haddad, el veterinario que operó a Falestine en el propio zoológico a falta de una clínica especializada en la Franja de Gaza.

El zoo de Rafah alberga a cinco leones, entre los cuales tres son cachorros, algunas aves y otros animales. 

Una camada de cachorros de león murió de frío en uno de los zoológicos de la Franja de Gaza el mes pasado.

NoticiasRCN.com