Sin educación no hay normalidad

@ForerohElvira en Twitter*

A diferencia de los países del norte de Europa, líderes mundiales en calidad educativa, la región no había integrado herramientas digitales en el día a día, ni había docentes capacitados para integrar plataformas en línea en los procesos de enseñanza. Además, las familias no contaban con equipos (celulares o computadores), para mantener la continuidad de la enseñanza de los niños.

Emanuela di Gropello, experta del Banco Mundial en educación, ha alertado como “La situación en América Latina enfrenta una crisis silenciosa, que con el tiempo se volverá estridente”. Lo que ocurre con la educación en los niños por la pandemia es Catastrófico.

En Colombia, durante el año 2021, se avanzó en conectividad, al pasar de 2.750 sedes de instituciones educativas conectadas a 9.363 al cierre de noviembre, del total de las 43.843 sedes en todo el país. 

Es trágico, que casi dos años después de la pandemia cerca de 2,2 millones de niños no hayan regresado a las aulas de clase.  La situación de estos niños es profundamente grave. Por cada día que pasan sin ir a la escuela en forma presencial, mayor es la probabilidad de que abandonen y no regresen nunca.

De la misma manera, un documento publicado por el Banco Mundial, la Unesco y el Unicef, alerta sobre la pérdida en la calidad y estabilidad de la educación durante estos dos años de pandemia y su abismal repercusión en la capacidad futura de los niños, no solo en su desarrollo, sino en su capacidad de generar su sostenibilidad y la de sus familias.

Por eso, llegó el momento de ratificar el compromiso con la educación de maestros, rectores, padres de familia y autoridades regionales y locales. Es imperativo lograr que los niños accedan al sistema educativo y asegurar su permanencia, para asegurar el pleno desarrollo de cada niño colombiano y el respeto por los derechos humanos de cada uno de ellos. Articulo 42, Código de infancia y adolescencia.

*Consultora en políticas sociales. Exdirectora del ICBF