El Banco de la República viola la Constitución Política | Por: Chabelly Agudelo

Por: Chabelly Agudelo*
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Es innegable, la banca cumple un papel fundamental en la sociedad. Principalmente, los bancos están encargados de poner a disposición de los empresarios el ahorro del público y, por la utilización de estos dineros, se les paga una recompensa denominada tasa de interés.  

Por su parte, los bancos cobran una comisión a los inversionistas quienes pagan por los servicios bancarios. La regla de oro de una banca exitosa se puede resumir en una frase: no prestes dinero a plazos mayores del tiempo en que tienes que devolvérselo a los ahorradores y no te excedas en los riesgos.     

Hasta aquí, todo simple, si los bancos cumplen esa regla de oro, el resultado será un sistema financiero sólido, confiable y con muchos dineros y muchos bancos en competencia, lo que se conoce como el sistema de la Banca Libre.  Este modelo fue muy exitoso en Escocia, Canadá, Estados Unidos y hasta en Colombia.  

Sorpréndete: hoy el mercado de dinero en Colombia está en manos de apenas 13 grupos financieros, pero, desde 1873 hasta 1923, llegamos a tener 100 bancos sin un solo problema de inflación.  Sin embargo, a partir de 1880, durante el gobierno de Rafael Núñez, se empezó a destruir el sistema de Banca Libre que tan bien había funcionado en nuestro país.  

Primero con el Banco Nacional, creado por la ley 39 de 1880, el que, por financiar los costosos planes del gobierno rompió la regla de oro, de modo que, para que el dinero de este banco no fuera rechazado en los mercados, el gobierno decretó que todos las personas y los bancos debían utilizar este dinero sin valor y sin respaldo que se había creado.  Lo anterior nos metió en una de las primeras graves inflaciones que nuestro país ha sufrido.  

La inestabilidad del sistema introducida por el gobierno, por intermedio del Banco Nacional, hizo que el presidente Pedro Nel Ospina le diera la estocada final con la creación del Banco de la República en 1923, como consecuencia de la recomendación de la Misión Kemmerer.

Desde entonces los gobiernos han utilizado el Banco de la República como una fuente de financiación de su irresponsabilidad fiscal, pues cada vez que se gastan más de lo que tienen, prenden la máquina de hacer billetes por medio de sofisticadas operaciones de mercado abierto. 

Lo que no es otra cosa que el mecanismo por el cual el gobierno se queda con el poder de compra de nuestro dinero sin siquiera avisarnos y, para garantizar que no nos podamos defender de sus abusos monetarios, nos prohíben la utilización de dineros más estables, como los euros o los dólares.

Si te fijas, acabamos de revelar un fraude que lleva 100 años perpetuándose: el dinero que crea el gobierno hace que perdamos nuestro poder de compra, lo que equivale a un impuesto.  

Por su parte, el artículo 338 de nuestra Constitución prohíbe los impuestos a menos que hayan sido creados por la ley, de modo que el Banco de la República está actuando inconstitucionalmente, pues no está autorizado para cobrarnos el impuesto inflacionario.  

En otras palabras, los gobiernos abusan de nosotros por intermedio del Banco Central.

*Estudiante de Derecho