Lo feo de ser padre/madre
Ser padre representa la compleja decisión de nuestra breve existencia y entre lo feo está la posibilidad de la soledad de pareja y la responsabilidad extrema.
06:00 a. m.
Por: Miguel de Zubiría*
@migueldezubiria en Twitter
Piensa en la ansiedad que debe soportar quien se embarca en esta empresa, siempre de largo aliento porque nuestros hijos tienen la gran cualidad de madurar con extrema lentitud, lo cual es hoy un inconveniente total. Yo lo pensaría demasiado.
Sabemos que la paternidad requiere inversiones extremas en cuanto a:
- — madurez psicológica
- — cualidades y competencias paternas
- — tiempos enormes
- — recursos económicos
Pero allí no paran las cosas. Hay cosas muy feas o demasiado malas con la paternidad hoy, las cuales se tienden a agravar con el pasar de los años.
Las tres cosas feas de la paternidad
La primera es la muy alta posibilidad de quedarse solo y responder por uno o varios hijos: solo. Si con otro es complicado en soledad es muchísimo peor. Quien decida ser padre o madre, sobre todo esta última, tiene muy alto riesgo de quedarse sola en los primeros años del proceso. Cada vez las parejas parecen más frágiles e inestables. Si no hubiese hijos de por medio poco importaría, cada quien toma su nuevo rumbo y listo, en muchas ocasiones de manera amigable y pacífica. Pero cuando hay hijos de por medio la escena se complica al máximo.
Definitivamente, hoy, la responsabilidad asumida por un futuro padre o madre es extrema. Nunca antes fue peor que hoy. Mi madre por ejemplo contaba con cuatro abuelos prontos a ayudar, en verdad, más cuatro hermanos definitivamente integrados en nuestra crianza hasta el final. Más los parientes directos del lado de mi padre. En la actualidad la inmensa responsabilidad de sacar adelante un pequeñín corre casi solo por cuenta de una pareja de padres, en el mejor caso, o de un padre, y más frecuentemente de una madre “cabeza de hogar”.
Para completar las incertidumbres, los jóvenes papás habitan en una época terriblemente compleja, tanto que es muy difícil de pronosticar qué ocurrirá el próximo año. Mientras que para criar deberían tener claro el panorama al menos durante las dos o tres próximas décadas; ni el mayor brujo es capaz de decirnos cómo será el mundo el próximo año.
Por ejemplo, sabemos que la inteligencia artificial dejará en la calle a millones de personas. ¿Estos jóvenes padres podrían ser unos de ellos? Muy posiblemente. Nadie tiene seguridad sobre su trabajo por mucho tiempo. Piensa en la ansiedad que debe soportar quien se embarca en esta empresa, siempre de largo aliento porque nuestros hijos tienen la gran cualidad de madurar con extrema lentitud, lo cual es hoy un inconveniente total. Yo lo pensaría demasiado.
¿En fin, tener hijos hoy?
Lo bueno es demasiado:
- — Sentido de vida
- — Formar
- — Retribuirles a nuestros padres
- — Vivir dos o tres existencias
- —¡Lo mejor, una fuente inmensa de felicidades personales! Todos deberíamos serlo
Lo malo:
- — Madurez psicológica
- — Cualidades y competencias paternas
- — Tiempos enormes
- — Recursos
Lo feo:
- —La muy posible soledad de pareja
- —Responsabilidad extrema
- —Época hiper compleja
Muy seguro representa la más compleja decisión de nuestra breve existencia. Si aciertas tendrás fuentes inagotables de felicidad: tus propios hijos, y un sentido profundo de vivir. Nada es mejor.
Pero si fallas, por inmadurez psicológica, por falta de cualidades y competencias paternas, por contar con escaso tiempo e iguales recursos esta tarea producirá regulares resultados.
Si fracasas al quedarte solo, ante una responsabilidad tan extrema y en una época hiper compleja, te arrepentirás hasta finalizar los días; lo que no le deseo a nadie. He comprobado el dolor de esta situación en decenas de parejas. ¿Estás listo?
*Psicólogo afectivo. Profesor de auto conocimiento. Premio Nacional de Psicología 2021.