Jhon Jáder, perdónalos, porque no saben lo que hacen

Jhon Jáder Durán es lo mejor que le ha pasado al fútbol colombiano desde Luis Díaz. La Selección Colombia tiene en su poder al '9' con mayor proyección a nivel mundial. Pero, en lugar de estar agradecidos de que haya nacido en nuestra tierra y disfrutarlo cada fin de semana en la Premier League, comenzamos a lanzarle ataques por expresar su disgusto al ser sustituido después de anotar un gol que ni siquiera alcanzó a celebrar.

En ningún otro país —y por eso estamos condenados al fracaso futbolístico— se hablaría más de la reacción de un delantero de 20 años que del gol que convirtió en la Champions League, una competencia en la que solo 18 colombianos han logrado inflar las redes. ¿Por qué creemos, incluso los periodistas, que podemos meternos en la vida y mente de un deportista y definir qué está bien y qué está mal? Si estuviera haciendo las cosas mal, no estaría jugando en la élite y no sería el deseo de los 'gigantes' de Europa.

Leí en redes sociales cómo tildaban de "prepotente", "creído", "desubicado" y "pedante" a un jugador que hace menos de diez días le anotó a Chile y, a principios de octubre, dejó retratado a Manuel Neuer. Está dejando el nombre de Colombia en lo más alto y tiene personalidad, algo que quienes lo critican pedían a gritos en el camerino de la 'tricolor'.

Jugadores como él nacen cada 50-100 años, pero en vez de maravillarnos con su fútbol, tendemos a crucificarlos por nimiedades. Aston Villa lidera la Champions y es cuarto en Premier en gran medida gracias al trabajo de Durán. ¿No merecía más minutos en su primer partido como titular en la 'Orejona'? Además, descargó su rabia contra una silla; no fue irrespetuoso con Unai Emery u Ollie Watkins, de hecho, le dio un abrazo al atacante de la Selección de Inglaterra.

Lo bueno es que en sus dos camerinos sí lo valoran por su talento y carisma. Tanto Néstor Lorenzo como Emery (y Monchi) son conscientes de la 'mina de oro' que tienen en sus manos. Dejémoslo tranquilo; los que hacemos las 'rabietas' inútiles somos nosotros.

No le demos el mismo trato que le dimos a James Rodríguez, Luis Díaz y David Ospina. Por primera vez, aprendamos de nuestros errores. En cambio, deberíamos arroparlo y cuidarlo como si fuera la porcelana más fina, porque esa camada (Kevin Mier, Yaser Asprilla, Richard Ríos, Juan David Cabal, entre otros) nos puede dar las alegrías que, evidentemente, no merecemos.