Consejos prácticos para aprender a vivir en el 'infierno emocional' de sus relaciones de pareja

Por: Tatiana Bermúdez Gómez.

¿Su pareja no lo hace feliz, pero no la deja porque no sabe cómo cerrar sus ciclos emocionales? ¿Si algo sale mal con su novio/novia, esposo/esposa, se sale de control y piensa que la única salida es acabarlo todo? ¿Cree que necesita a alguien para ser feliz pero no ha sido fácil encontrar esa pareja ideal?

Leonardo Amaya, médico, psicoterapeuta y profesor del programa de Psicología de la Universidad del Rosario, da algunas normas básicas para 'vivir en el infierno emocional' y hacer más llevadero el difícil camino de los acuerdos o desacuerdos de pareja.  

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"Mi pareja no sabe lo que se pierde cuando no está conmigo, no me valora lo suficiente, no responde bien a lo que hago por él o ella, mi vida ha sido terrible y por ese camino seguiré". Si es de los que dice y repite estas palabras una y otra vez, es momento de detenerse y revisar si su felicidad está en sus manos o en las de su pareja.

Para Leonardo, esto ocurre cuando nuestros juicios "tienen una porción de realidad  y sobredemanda que terminan convirtiéndose en exigencias que nos conducen a frustraciones y sobrecargas de dramatismo".

Consejo: No se trata de entender por qué sufre, se trata de cambiar y de entender qué lo hace sufrir. No pensar en el problema sino en la solución, sería el camino.

"No puedo cambiar, siempre he sido así"

¡Mentira! Los días son de constante cambio. El error es el temor al cambio y la tarea está en lograr un cambio dirigido a donde queremos sin caprichos y tormentos.

"La primera razón por la que no ha cambiado en sus modos de reaccionar, de pelear con su pareja, es porque piensa que le sirve o incluso, porque le da pereza probar otras cosas. Nuestras ideas perturbadoras nos parecen la única salida y la mejor forma de vengarnos", asegura Leonardo.

Consejo: existe un mundo con menos perturbaciones y sufrimiento. Esa resignación de "nada puede mejorar" no es sana ni realista. Las cosas pueden cambiar y vale la pena intentarlo.

La meta es ser feliz. No ponga condiciones

¿Ha dicho alguna vez, "uno se casa para construir una meta en común, una relación es para formar un hogar, la pareja es para convivir con amor, una relación estable se trata de ir construyendo juntos"?.

¡Alto! Las metas comunes cambian con el tiempo. La vida es una suma de planeación y oportunidad. Para el especialista, el éxito no está en exigir ser igual e ir por el mismo camino, está en aceptar, lograr acuerdos, tener claros los límites y de aceptar que las personas no son iguales a usted.

Consejo: En la convivencia es fundamental ceder un poco y ayudar al otro a ceder. Aprender a negociar es una urgencia.

No es necesario tener pareja para ser feliz. La primera compañía es usted mismo

¿Es de quienes cree que no puede ser feliz mientras encuentra al amor de su vida, que las personas deben encontrar el amor para ser felices, o que su media naranja está afuera y será su meta encontrarla?

Según Amaya, "la felicidad no puede depender de lo externo, porque lo externo no se puede controlar. Hay personas que no están con nadie y son felices, y hay quienes están con alguien y viven una completa pesadilla".

Consejo: Diviértase mientras aparece alguien.

No todas las relaciones funcionan. Aprenda a salir del "encarte"

Todos tenemos relaciones agónicas que aplazamos terminar. "Él va a cambiar, nuestra relación va a mejorar, voy a dejar que se dé cuenta, si le damos tiempo todo puede cambiar".

Consejo: Para las relaciones que no funcionan, hay que volver a comenzar. La única persona de la que tiene el control es de usted mismo. La responsabilidad de una relación no es de uno solo, ni funciona porque uno solo decida cambiar.

Para conocer más a fondo esas fórmulas de éxito para convertir la vida afectiva en un cielo o en un infierno, vea la entrevista completa, o lea 'Una guía práctica para vivir en el infierno' de Leonardo Amaya Martínez.

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